Sienna Miller, en primera fila durante el desfile de la firma Emilio Pucci.
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Jil Sander otoño-invierno 2006-2007.
El desfile de Emilio Pucci era una de las presentaciones más esperadas de esta Semana de la Moda de Milán para el otoño e invierno de 2006-2007. La razón: el debut del británico Matthew Williamson como diseñador de esta mítica casa italiana de moda, tras la marcha de Christian Lacroix. Y, como invitada a la presentación, se pudo ver a la actriz Sienna Miller, que no perdió ni un solo detalle de estos nuevos diseños.
Con sus propuestas para Pucci, Williamson continúa apostando por llamativos estampados, sello indiscutible de esta firma italiana. No obstante, se aleja de las líneas abstractas de temporadas pasadas para adoptar una estética más retro y de un colorido más sosegado. Los tonos morados, rosas y grises triunfan en su pasarela, donde el punto se convierte en el tejido predominante. Destacan las cinturas marcadas, sobre todo, en vestidos con faldas por la rodilla y mangas ligeramente farol; las blusas de corte romántico con cuello de camisa redondeado y pecheras con doble botonadura, los ponchos y los botones metálicos, que crean prendas de sutil aire militar. En general, Williamson apuesta por ‘looks’ totales de líneas sencillas y muy juveniles.
Jil Sander
Pero el debut de Matthew Williamson no ha sido el único momento histórico que se ha vivido en esta edición de los desfiles milaneses. De hecho, la firma alemana Jil Sander también estrenaba nuevo diseñador; en su caso, el belga Raf Simons, que continuó con el legado de esta casa y se centró en sus prendas más representativas: las chaquetas y los pantalones.
En general, su pasarela es sobria no sólo en cuanto a las líneas mostradas, sino también por el color utilizado, en el que prevalecen los tonos neutros. Cortes inspirados en la sastrería masculina y un predominio de hechuras muy amplias visten el debut de Simons.