Antonio Pernas ha sido el encargado de inaugurar los desfiles vespertinos de esta tercera jornada de Cibeles con un homenaje a la que ha sido y es uno de los grandes iconos de la moda contemporánea: la modelo británica Kate Moss, quien, a pesar de sus recientes escarceos con la justicia por unas comprometedoras fotos consumiendo droga, ha recibido el apoyo de creadores y compañeros de profesión. Pues bien, el diseñador gallego ha querido que sea precisamente Kate Moss quien encarne el espíritu de su nueva colección otoño-invierno 2006-2007. Una colección dirigida muy especialmente a una mujer urbana y sexy que no tiene miedo a las mezclas y que reivindica la absoluta libertad a la hora de adaptar la moda a su personalidad, creando su propio estilo, tal y como hacen Kate Moss o actrices tan en boga como Sienna Miller o Kirsten Dunst. Mujeres jóvenes que visten shorts de franela y lana combinados con abrigos y mocasines altos; vaqueros pitillo con bombers; minifaldas de cuero, vestidos baby doll o vestidos de fiesta adornados con pailletes, a los que no duda en complementar con botas de agua. Las referencias británicas son inevitables, como también lo son las de la época de los 70 y a mujeres que en su tiempo también supusieron un revulsivo a la hora de marcar tendencia; así, además de los minivestidos que se han visto sobre la pasarela, también tienen resonancias setenteras las enormes gafas de sol con montura dorada de estilo retro, los bolsos cartera, los pañuelos anudados en la cabeza, las boinas o los curiosos sobreros tipo Sherlock Holmes, traían el recuerdo de mujeres tan legendarias como Mía Farrow o Ali McGraw. En definitiva, una colección que reivindica la individualidad y se aleja de cánones impuestos.

Por último, hay que añadir que en el desfile de Antonio Pernas estuvo presente el jugador del Real Madrid Ronaldo, que desde la tribuna de invitados siguió atentamente las evoluciones de su novia, Raica Oliveira que esta tarde desfilaba para el modisto gallego.

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