Había cierta expectación en el ambiente porque el dúo formado por Iñaki y Aitor Muñoz (que diseñan bajo la firma de Ailanto) volvía a Madrid después de varias temporadas presentando sus colecciones en Gaudí. Y, en líneas generales, no han defraudado. Mucho color y una marcada querencia por la geometría han sido los pilares sobre los que han basado sus propuestas para la temporada otoño-invierno 2005-2006.

Sus diseños, que han tenido como fuente de inspiración la cultura rusa, se basan en referencias visuales tan conocidas y tradicionales como los grafismos que aparecen en las matrioshkas (muñequitas de madera), aunque, eso sí, haciendo también constantes guiños a la vanguardia pictórica que representaron a principios del siglo XX artistas de la talla de Malévich, Sonia Delaunay y Natalia Gontcharova, sin olvidar tampoco referencias a dos grandes genios de la danza rusa representados por Nijinsky y Nureyev.

Así, sobre la pasarela, se han podido ver colores que abarcan desde el negro, pasando por el oro, el latón, el rojo, el azul marino, el verde botella o tonalidades dentro de la gama de los beiges. Faldas por debajo de la rodilla con amplio vuelo, junto a prendas de una marcada línea masculina como pantalones de talle alto, chalecos de piel de conejo y gorras de marinero son las apuestas de estos dos diseñadores vascos afincados en Barcelona. En cuanto a los tejidos predominan la seda lavada, los chiffones de seda con dibujos de cachemir, el punto de viscosa con lúrex o el jacquard de flores. A reseñar, en algunos de sus modelos, los miniplisados sujetos que aportan volumen a los vestidos, así como los godets y pañuelos que confieren un aire liviano y con mucho movimiento a las prendas. Como complementos estrellas: botas altas, pequeños bolsos de tapicería y piel de conejo, collares y gorras.