La primera tarde de Cibeles llega a su fin, pero, antes de concluir con el desfile de Roberto Torretta, le ha tocado turno a Javier Larrainzar. El diseñador madrileño sigue apostando por siluetas muy femeninas, a las que intentar dotar del glamour más sofisticado.


En esta ocasión, su pasarela se llena de detalles, algunos rozando el barroquismo. Así, llamaron mucho la atención pantalones vaqueros de línea recta con detalles de pasamanería y encajes en vivas tonalidades, abrigos de tweed con mucho brillo metalizado, mangas y estolas de piel de pelo largo, y conjuntos en denim verde pálido. Los tops con pedrerías, los jerséis de lana con cuello barco y los ribetes de puntillas son también parte de su oferta para el próximo otoño e invierno. Y todo complementado con diferentes accesorios: guantes de cuero, enormes gafas de sol, collares de grandes piedras...


No obstante, para la noche, Larrainzar apuesta, sobre todo, por los vestidos lenceros en seda o raso teñido de vivas tonalidades y a juego con impresionantes pieles. Como ‘fin de fiesta’, la modelo rusa Eugenia Volodina volvió a ser la protagonista de Cibeles; esta vez, con un vestido blanco con escote barco, adornos de encaje y falda con larga cola.