Galliano dio una vez más rienda suelta a su desmesurada imaginación en la presentación de su colección de alta costura para el otoño-invierno 2002-2003.

Fiel a su carácter provocador, amordazó a sus maniquíes con apliques de lentejuelas, y las vistió con ropas forradas de plumas y con penachos de los indios americanos, con corpiños de metal y un sinfín de extravagancias en charol y cuero adornados con bordados y con imperdibles.

La puesta en escena de John Galliano impresionó a los asistentes, entre los que se encontraban Pablo y Marie Chantal de Grecia, Donna Karan, la 'reaparecida' Karen Mulder, etc. Y es que el modisto contrató a una coral de 'gospel' que se encargó de crear la atmófera adecuada a un desfile con grandes connotaciones estadounidenses.