Es habitual ver a madres e hijas compartir alfombra roja o photocall con looks muy similares. Por ejemplo, el pasado 9 de octubre, Heidi Klum y su primogénita, Leni, compartían escenario en Berlín. Aquel día ambas conectaron sus estilos a través de una seductora tendencia, la moda de invitada con guiño lencero. Conexión de moda que también ha sido la anécdota que ha acompañado a Cindy Crawford y Kaia Gerber durante un compromiso en Nueva York en la pasada noche. Una velada en la que ambas quisieron definir su imagen más festiva a través de vestidos de color negro, aunque, entre sí, nada tenían que ver ambas elecciones más allá de la tonalidad que las unificaba.
© Getty ImagesUn mismo estilo, dos formas de interpretarlo
La supermodelo Cindy Crawford (57) está más de moda que nunca. Es cierto que en ningún momento ha dejado de trabajar y acaparar titulares; sin embargo, protagonizar la recién estrenada docuserie The Super Models le ha aportado aun mayor popularidad. Ayer, en el cóctel celebrado con motivo de la exposición Planet Omega en el Chelsea Factory de Nueva York. La estadounidense, que este año celebró sus bodas de plata con el exmodelo y empresario Rande Gerber, se decantó por una de las tendencias infalibles para las invitadas, a la par que la más socorrida: un vestido negro. El suyo presentaba hombros realzados, mangas tipo murciélago, escote en V y cuerpo encorsetado hasta los pies. Como calzado, optó por unas cómodas botas.
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© Getty ImagesEl Y2K de Kaia Gerber
Por su parte, la modelo Kaia Gerber (22), actual pareja del actor Austin Butler (31) a quien vimos protagonizar con mucho éxito la película Elvis, también quiso vestir de negro, pero un toque más dosmilero. En concreto, la estadounidense, que volvió a desfilar el pasado mes de julio en la Alta Costura después de tres años, lució un minivestido de Alaïa con cuerpo transparente con cuello elevado y manga larga, y falda con pespuntes que generan un falso plisado y que se rematan con un rizo. Combinado con medias transparentes, opta como calzado por unos salones clásicos, de Gianvito Rossi.
