Que las relaciones no son sencillas, y menos si se trata del amor entre personajes mediáticos, es algo que Karlie Kloss tiene muy presente en lo que a su pareja se refiere. En su caso, la fama viene por partida doble. Ella es una famosa modelo del panorama internacional, exángel de Victoria's Secret y presentadora de televisión, una de las figuras más influyentes de la moda en la actualidad. Joshua Kushner, por su parte, es un empresario de éxito y el hermano de Jared, consejero de la Casa Blanca y una de las personas más cercanas a Donald Trump al estar casado con su hija. De este parentesco, la maniquí ha ganado como cuñada a Ivanka, con quien coincide en muchas de sus elecciones de estilo. Con unas carreras tan exitosas y pegadas a las cámaras, las posibles diferencias que pudiera pasarle factura a su romance han sido sorteadas por ambos.
Es más, desde el primer momento tuvo claro que, diferencias aparte, lo que sentía por quien es ahora su marido era lo bastante fuerte como para superar todas las adversidades que se les pudieran presentar. Eso incluye, por supuesto, negocios y política, dos aspectos que quedan a un lado cuando se trata de hablar de los sentimientos. Y es que tal y como la modelo ha declarado este jueves en el podcast de Diane von Fürstenberg -en la que ha sido su mayor declaración de amor-, pese a todo, seguir adelante su historia de amor con Joshua había sido una apuesta segura.
"Seguí a mi corazón cuando tuve que elegir a la persona que amo, a pesar de todas las complicaciones que pudieran venir con ello", dijo Karlie. Una confesión que deja claro que era consciente de las diferencias que existían -y existirían- entre ella y el cuñado de Ivanka Trump, aunque finalmente fueron sus emociones las que ganaron la partida. La maniquí confesó a la diseñadora que, por suerte, estaba convencida de que su romance con Joshua tenía futuro. "Supe para mí que merecía la pena luchar por esto", admitió.
La de Karlie Kloss y Joshua Kushner es una de las relaciones más idílicas del sector. La pareja lleva saliendo desde 2012 y fue en 2018 cuando se comprometieron. La boda se celebró hasta en dos ocasiones, empezando por una ceremonia íntima a finales de año en la que se dieron el 'sí, quiero'. Ambos tuvieron que esperar hasta el verano siguiente, que fue cuando llegó la fiesta por todo lo alto, para la ceremonia en Wyoming donde no faltaron sus familiares y amigos. Siguiendo la estética del Wild West, su elección de la etiqueta hizo de las nupcias un evento inolvidable, ya que los invitados (e incluso los novios, como se ve sobre estas líneas) se decantaron por looks country.