Viendo su indiscutible belleza protagonizada por unos impactantes ojos verdes azulados, su 1,78 metros de altura y unas medidas que rozan la perfección, nos cuesta creer que la joven norteamericana fuese prácticamente “invisible” durante su época de instituto. Y es que, como ella misma ha declarado: "Antes nadie se acordaba que iba con ellos. De hecho las personas se sorprendieron cuando se enteraron que estudiaba en su escuela, porque antes yo no existía como hoy". La modelo es todo un ejemplo de trabajo y superación. En 2013 ya había sido incluida en el catálogo de Intimissimi y trabajado para la campaña impresa de Forever 21. Un año más tarde trabajaría para H&M y se convertiría en la cara visible de Rosa Cha. Tras esto, llegó la conquista del circuito internacional de la moda, desde Milán, pasando por París hasta Nueva York, donde ha trabajado para firmas como Versace, Giorgio Armani, Fendi, Valentino y un larguísimo etcétera. A esto habría que sumarle su participación en las campañas de Miu Miu, Jimmy Choo o Michael Kors —entre muchas otras— y el hecho de haber protagonizado los editoriales y las portadas de las cabeceras de moda más prestigiosas del mundo.