3. Una modelo (muy) rentable
Paul Marciano, cofundador de Guess, afirmó en su día a través de un reportaje televisivo que sus vaqueros jamás hubiesen tenido semejante trascendencia a nivel mundial durante los años 90’s si la modelo alemana no hubiese sido su imagen. Lo cierto es que la firma norteamericana fue la primera en poner los ojos en una Schiffer con una carrera todavía emergente, ayudando a que otros diseñadores como Karl Lagerfeld siguiesen su ejemplo. En 2012, Claudia se erigiría así como la nueva imagen y musa de Chanel, ¡pero no fue su única colaboración!
Si haces un poco de memoria y recuerdas los años 90’s, caerás en la cuenta de que la modelo era tan rentable a nivel económico que podía vender prácticamente todo. Así, además de grandes maisons y firmas de cosméticos, la top se convertiría en la protagonista de campañas para Pepsi, Dom Pérignon o Citröen. De ésta última se dice que llegó a cobrar tres millones de euros en el año 1998.