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Móviles, cámaras, selfies, fotos en grupo, de familia, disfrutando de una fiesta… inmortalizamos prácticamente todos los acontecimientos felices de nuestra vida y con la llegada de las nuevas tecnologías, mucho más si cabe. Sin embargo, en el momento de ver la imagen, en lugar de rememorar lo grandiosa que fue aquella cita, lo único en lo que piensas es “¿pero qué estoy haciendo con la cara?. Sí, a todos nos ha costado en alguna ocasión sacar nuestra mejor sonrisa, hay quien se pone excesivamente nervioso llegado el momento del click y otros que optan por imitar la pose de una celebrity que han visto, evidentemente, sin obtener el mismo resultado —sino todo lo contrario—. Pues sí, parece que posar para una fotografía es todo un arte ¡y las top models conocen sus trucos al dedillo! En sus cuentas de Instagram, las modelos dan puntada sin hilo, sacando su mejor cara y sorprendiéndonos con un gesto siempre acertado. ¿Te estás preguntando cómo lo hacen? ¡Te desvelamos sus mejores tips para salir espléndidas!

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Paso 1: La iluminación y el truco de experta

La iluminación es mucho más importante de lo que se cree y sino que se lo digan a los directores de escena. Lo mejor es que te coloques siempre frente a las fuentes de luz, ya sean naturales o artificiales; eso sí, evidentemente sin llegar a que te cieguen y no puedas abrir los ojos, sino “será peor el remedio que la enfermedad”. Si hacéis memoria, hace un par de años Alessandra Ambrosio revelaba en un descuido uno de sus tips a la hora de hacerse un buen selfie y era sencillamente el tener una fuente de luz frente a su rostros que resaltaba sus facciones, ¡si es que es primordial! Un ligero resplandor mientras anochece ya sería sencillamente perfecto. Eso sí, en esta imagen además la vemos poniendo en práctica otro truco de experta, más concretamente el archiconocido ‘Pataky’. La pose de Elsa Pataky es mundialmente conocida e imitada: ligeramente de espaldas, mirando hacia arriba oteando por encima del hombro, bajando barbilla y poniendo tu sonrisa más seductora, ¡ahí es nada!

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Paso 2: Busca tu lado bueno… ¡e inclina la cabeza!

Pues sí, parece ser que todos tenemos un lado bueno y que, aunque no te hayas parado nunca a sopesarlo ni a mirarlo detenidamente, uno de los dos es ligeramente mejor o al menos más fotogénico que el otro. Por lo tanto, si te preocupa tu forma de salir en las fotografías, lo primero es conocerte a ti mismo y a tus facciones, identificando las muecas, las posturas o ese lado de la cara que desprende magnetismo. Teniendo ya este punto claro, llega el momento de colocar la cabeza en la postura más favorecedora —sin llegar por ello a coger una tortícolis—. Es sencillo, mira a Emily Ratajkowski: inclina tu cabeza ligeramente hacia delante y un poco hacia abajo estirando el cuello, un simple gesto que estilizará tus facciones.

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Paso 3: El maquillaje, un aliado

Evidentemente Gigi Hadid no se levanta con esta cara de la cama, y es que el buen uso de un iluminador puede ser fundamental para salir radiante en una fotografía. Más allá de todas las que abogan por la tendencia #nomakeup, muchas otras buscan realzar su belleza natural a través de un maquillaje fresco y ligero. De este modo, se despiden de las bases de maquillaje excesivamente oscuras o de las tonalidades exageradas que aportan un aspecto más artificial, para rendir culto al maquillaje nude, en el que apenas se percibe la presencia de cosméticos. ¿Quieres conseguir este efecto? Te lo explicamos paso a paso en ‘Trucos de maquillaje: 6 pasos para conseguir un efecto natural irresistible’.

 

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Paso 4: Mirada seductora

Este punto ya es más complejo y son pocas los que lo dominan, entre ellas las mediáticas hermanas Kardashian. Ya has dado con tu lado bueno, bajar la barbilla y estilizar el cuello ya es un acto reflejo para ti, pero llega el momento de poner tu mirada más enigmática y sexy. ¿Cómo? Pues no abriendo los ojos como platos para que parezcan enormes, la sensación que dará es que estás realmente asustada, sino entrecerrándolos ligeramente, como si tratases de ver algo al fondo —sin llegar a cerrarlos demasiado y que parezca que eso que buscas con la vista es una aguja en un pajar—. ¡Estás casi lista! Demos paso al cuerpo.

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Paso 5: La pose

Si nos fijamos en los gestos de las modelos más mediáticas, como es el caso de Bella Hadid, ninguna de ellas se mantiene derecha, erguida y tiesa como un palo, sino ligeramente curvada, con un pequeño giro y con una pierna colocada delante de la otra en caso de estar de pie. Si estás sentada, entonces tienes en tu poder la pose estrella: cruzando las piernas y ligeramente ladeada. Éste es sin duda uno de los gestos más cómodos, tienes las extremidades apoyadas y no hasque hacer ningún ejercicio de contorsión extraño.

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Paso 6: ¿Y ahora qué hago con los brazos?

¡La pregunta del millón! ¿Los dejo caer, me agarro la cadera, me peino, los agacho? Si realmente te preocupa verte favorecida, no dejes que caigan de forma lánguida pegados al cuerpo. Sobre la cintura, rodeando algo —o a alguien—, agarrada a algo a la altura de tu talle al igual que Elsa Hosk, ¡de cualquier forma menos cayendo sin ton ni son!

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Paso 7: Say cheese!

Por favor, damas y caballeros, ¡sonrían! Se acabó el hacer morritos a discreción —salvo que todos los protagonistas de la foto hayáis quedado en eso mismo—, adoptar muecas raras con la boca entreabierta como si fuésemos modelos de Victoria’s Secret —ellas tienen sobrada experiencia profesional en eso de poner cara sexy, nosotros podemos quedarnos a medio camino y con un gesto cuanto menos extraño— o apostar por poses con las que nos tiemblen hasta los músculos de la cara. Si ya lo dijo Audrey Hepburn, las mujeres felices son las más bellas; y las más bellas son aquellas que sonríen de forma relajada, espontánea y natural. Al igual que Sara Sampaio, Taylor Hill o Josephine Skriver, ¡siéntete cómoda contigo misma y ‘say cheese’!

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