Tras verlo sobre las pasarelas y en diferentes campañas fotográficas parece que Juan Betancourt ha nacido precisamente para hacer este trabajo, que era su objetivo y que lleva entregándose a él toda la vida. Pero lo cierto es que sus comienzos fueron puramente casuales, al ser “descubierto” por Egar Pozo, de Elite Barcelona, mientras paseaba por la calle. A raíz de ahí, su carrera creció como la espuma en un continuo ir y venir de compromisos laborales y éxitos que se han sucedido de forma fulgurante. Él mismo ha llegado a confesar que, probablemente, de no ser modelo se hubiese dedicado a alguna profesión relacionada con el deporte.