Si por algo se caracteriza Chrissy Teigen desde siempre es por su sinceridad y la cercanía que tiene con sus seguidores, y es que la modelo adora mostrar sin ningún tipo de filtro su día a día a través de sus redes. Por lo tanto, su perfil es una maravillosa mezcla de glamour y naturalidad tan real como la vida misma, y es que tan pronto publica la portada de una revista en la que posa espectacular como un selfie en el espejo en el que muestra sus imperfecciones. Después de vivir uno de los momentos más difíciles de su vida tras perder a su hijo Jack cuando estaba en la mitad de su embarazo, la modelo ha ido compartiendo también su proceso de duelo sin dulcificarlo ni victimizarse, confesando, entre otras cosas, lo triste que se siente por pensar que nunca más volverá a estar embarazada. En las últimas horas ha vuelto a compartir una de sus reflexiones, esta vez relacionada con sus inicios como modelo.
La realidad tras la pantalla
Es cierto que, desde fuera, el mundo de la moda puede parecer deslumbrante: ropa de lujo, viajes por todo el mundo, tratamientos de belleza... pero eso es solo una pequeña parte, tal y como ha querido mostrar Chrissy, quien lleva más de una década dedicándose a ello. La mujer de John Legend ha posado para las revistas más prestigiosas del mundo, ha desfilado para numerosas marcas y ha probado suerte como diseñadora, por lo que conoce a la perfección la industria y, aunque ha declarado en numerosas ocasiones que adora su profesión, los inicios no fueron nada fáciles.
Sinceridad absoluta
Cada vez son más las celebrities que buscan desmitificar sus vidas y transmitir a sus fans que nadie tiene una vida perfecta a pesar de que a veces lo parezca. Ahora, ha sido Chrissy quien ha recurrido una vez más a sus redes para hacerlo, compartiendo una serie de fotografías de hace 11 años en las que aparece desfilando en Miami. Acompañándolas, ha escrito un texto en el que quiere plasmar la realidad de su vida en aquel momento. "Estaba hablando de mis días en la semana de la moda de Miami y de cómo eso era básicamente el equivalente a desfilar en la Alta Costura de París para mí. Cobraba 200 dólares por desfile menos lo que se llevaba la agencia y tenía que esperar 5/6 horas sentado en el suelo del Mondrian para que me vieran" se sincera.
- La desgarradora carta en la que Chrissy Teigen cuenta cómo se sintió tras perder a su bebé
Se racionaba la comida
Además de confesar lo que cobraba por espectáculo, la modelo ha explicado que no se podía permitir comer allí, por lo que recurría a una curiosa estrategia. "Cuando cenaba con gente desconocida en Prime 112 pedía comida de sobra para llevármela a casa y comer durante la semana porque el dinero del desfile desaparecería con las tarifas de la agencia. Dormía en un apartamento de dos habitaciones en el Flamingo con otras 5 chicas, ¡QUÉ RECUERDOS!". Como no podía ser de otra manera, esta publicación ha generado numerosos comentarios, entre ellos de algunas de sus excompañeras de piso, quienes, a pesar de todo, recuerdan con cariño aquella época.