Parece que la lotería genética es clave en cuanto a dedicarse a la moda se refiere. Cindy Crawford y Kaia Gerber, Kate Moss y Lila Grace Moss o Yolanda Hadid y Gigig y Bella son algunos de los ejemplos más famosos de la industria. Su talento delante de las cámaras y en la pasarela ha conseguido que, al poco de dar comienzo su carrera, hayan formado la nueva generación de modelos. Sin embargo, nuevos talentos pisan ya con fuerza dispuestas a hacerse un hueco en la industria. Por ello, es interesante analizar el caso de Ava Sambora, un nombre quizás poco conocido para las profesionales del sector pero cuyo apellido resultará familiar para los amantes de la música. Y es que es hija del guitarrista de Bon Jovi, Richie Sambora y Heather Locklear, quien fue un icono de belleza en la década de 1980.
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Aunque la combinación entre ambas estrellas -que le pusieron fin a su relación en 2006- se auguraba explosiva, lo cierto es que Ava parece un clon de Heather, lo que le ha puesto las cosas muy fáciles a la hora de decidir hacia dónde se encaminarían sus pasos. No nos referimos al mundo de la interpretación -su madre salió en Dynasty, T.J. Hooker y Melrose Place-, más bien al modelaje, donde protagoniza campañas de moda a la vez que triunfa como influencer.
Lejos de la pasarela, eso sí, ya que al medir 1,60 metros, convertirse en una de las modelos más codiciadas por los diseñadores es complicado. Quizás en el pasado eso podría suponer el fin a su carrera, por suerte la industria ha evolucionado y la altura ya no es un problema. Otras compañeras de profesión como Hailey Baldwin o Emily Ratajkowski han pasado por lo mismo sin dejar que, quedarse fuera de las semanas de la moda, fuera un impedimento para ellas.
Sin embargo eso no cambia la química que tiene con la cámara, algo que ha aprovechado hasta convertirse en modelo de bañadores de 138 Water y embajadora para una firma de ropa de baño de Malibú, Baes and Bikinis. Pero no significa que los pinitos en la pasarela no aparezcan en su trayectoria profesional. Es más, el proyecto de este estilo más especial que llevó a cabo fue en 2010, cuando se convirtió en una de las maniquís que recorrió la pasarela de Los Ángeles con las novedades de White Trash Beautiful, la firma de ropa de su padre.