Es casi imposible pensar en la pasarela sin que salga en algún momento el apellido Hadid. Gigi y Bella son dos de las modelos más cotizadas del mundo. No solo lo demuestra su apretada agenda, saltando por las diferentes semanas de la moda, sino también la larga lista de portadas de revistas internacionales que protagonizan cada mes. Sin embargo, no siempre habría sido así para la mayor de las maniquís, de hecho, los comienzos de su carrera no estuvieron exentos de críticas. En una de sus últimas entrevistas, la top se ha sincerado admitiendo que al principio no fue nada fácil meterse en la industria del modelaje, un camino que empezó en 2015. Mucho ha cambiado en este tiempo teniendo en cuenta que este jueves volvió a desfilar para Jean Paul Gaultier, quien le ofreció el debut hace cinco años.
En aquel entonces, el físico de estadounidense tenía un aspecto algo diferente (tal y como se puede ver sobre estas líneas), ya que apenas acababa de terminar el instituto. En aquel periodo de su vida, practicaba deporte regularmente al formar parte del equipo de su centro estudiantil lo que sin duda esculpió su figura. "Todavía tenía mi cuerpo de vóleibol. Era un cuerpo que me encantaba. Sabía que había trabajado muy duro para tener esos músculos, para ser curvilínea en ciertos sitios. Lo echo de menos. En ese momento, la gente era bastante dura conmigo y decían que no tenía un cuerpo para desfilar", afirmó la modelo a la revista i-D.
Sin embargo, entre tantas opiniones negativas, hubo un gesto del diseñador en su estreno sobre la pasarela que le supuso una inyección de autoestima. "Jean Paul Gaultier me puso un look que no tapaba demasiado. Él quería que brillara de esa manera, significó mucho para mí en mis comienzos como modelo", declaró la maniquí. Mientras que otras firmas como Victoria's Secret optaban por cubrir siluetas más voluptuosas (no podemos olvidar el caso de los ángeles que han desfilado estando embarazadas con sus incipientes barriguitas cubiertas), el enfant terrible de la moda francesa prefiere recurrir a la estrategia contraria, algo que la propia Gigi confirmó: "Sé que ha hecho eso con un montón de gente".
A lo largo de su trayectoria profesional, las críticas sobre el peso de la modelo no han dejado de sonar del todo. Tanto por contar con una forma física más curvilínea como por todo lo contrario. Al padecer la enfermedad de Hashimoto, hubo una época en la que perdió bastante peso de una manera drástica, lo que también alarmó a sus fans. Una serie de ataques tanto por parte de la prensa como en sus perfiles sociales que siempre tienen el mismo desenlace: la modelo dando explicaciones de las variaciones de su silueta. Sin embargo, nunca ha dejado que la dureza de las opiniones la frenaran y ha conseguido labrarse una carrera dejando claro que, independientemente de su estado, no va a dejar de aceptar su cuerpo.