El pasado 30 de abril, la rusa Natasha Poly (33) vivía uno de los días más felices de su vida tras dar a luz a su segundo hijo, Adrian Grey. Desde entonces, ha estado alejada de los flashes fotográficos para disfrutar de su nueva etapa y recuperarse de su embarazo. Sin embargo, ya ha considerado que ha llegado el momento de retomar su agenda de compromisos profesionales y demostrar la razón por la que es considerada una de las supermodelos de las últimas dos décadas. Poco menos de dos meses después del parto, esta impactante rusa ha retornado a la alfombra roja durante el Festival de Cannes y, como es habitualmente en ella, lo ha hecho dejando unas espectaculares imágenes que confirman su poderosa presencia.
Ha sido durante el estreno de la película Oh Mercy! del director francés Arnaud Desplechin donde Natasha Poly, que también es madre de una niña, Aleksandra Christina (6), ha decidido recuperar su puesto como estrella de la red carpet. Para la ocasión, demostró una recuperación exprés de su figura y apostó por un diseño con truco estilizador, pues incorporaba un cuerpo encorsetado que afinaba la silueta. Un detalle que acompañaba a un escultural vestido de Atelier Versace, que se incluía entre las propuestas para Otoño 2018. Curiosamente, se trata de un diseño que ya había llevado hace un año, pues fue la encargada de presentar en imágenes estas colección de la casa italiana.
La originalidad se apodera de este diseño que juega con un contraste de volúmenes. Presenta un vestido entallado con bordados de pedrería y cristales, y amplia abertura en la falda. Este se acompaña de una voluminosa sobrefalda con brocados que se prolonga en larga cola y que cruza el cuerpo a modo de banda.
La modelo rusa, casada con el empresario Peter Bakker, culmina su estilismo con unas sandalias metalizadas de tiras, que se conjugan a la perfección con su vestido. Y, como joyas, opta por anillos y pendientes de Boucheron con formas florales en oro y diamantes.