Aunque su sueño era ser bailarina, una lesión cambió la vida de Sasha Luss y sus años en punta participando en competiciones de ballet llegaron a su fin. Sin embargo, la belleza y dulzura de esta rusa (6 de junio de 1992, Magadan) no pasaron desapercibidas y con 13 años ya captó la atención de una agencia de modelos que la incorporó a sus filas. La moda vio como profesionalmente alcanzaba el éxito, unos triunfos que encaminaron sus pasos hasta el mundo de la interpretación. Este año, y tras un tímido debut en la película Valerian y la ciudad de los mil planetas, consolida su faceta como actriz al protagonizar junto a Luke Evans el título Anna, del que acaba de publicarse las primeras imágenes y cuyo estrenó tendrá lugar el próximo mes de junio.
Si en su primer trabajo como actriz compartió cartelera con Cara Delevingne, Rihanna o Clive Owen, Sasha cambía de compañeros en su nuevo trabajo cinematográfico. Bajo la dirección y guión del célebre Luc Besson, se codea en su nuevo film con un reparto también de auténtico lujo en el que figuran además de Luke Evans, Helen Mirren y Cillian Murphy, entre otros. En la cinta, la rusa interpreta a una modelo con múltiples personalidades, lo que permitirá verla interpretando distintos registros.
Una cinta que demostrará su camaleónica imagen, como también se ha podido comprobar en su trayectoria profesional en la moda. De elegante musa de Karl Lagerfeld a vanguardista icono para Olivier Rousteing en Balmain, sin olvidar su lado más seductor como imagen de La Perla o el derroche de belleza como rostro de los cosméticos de Dior.
Sin embargo y a pesar de su esbelta figura (mide 1,78 m de altura y responde a unas medidas de 79-58-87 cm), hay un proyecto que se truncó en su carrera como modelo. Tanto en 2013 como en 2016, Sasha Luss soñó con conseguir subirse a la pasarela más mediática que existe, la de la firma Victoria's Secret.
Fue a través de Twitter como se conoció que Sasha había decidido participar en los castings para el Victoria's Secret Fashion Show 2013. "Espero conseguirlo", precisó. Sin embargo, la suerte no le acompañó. Tres años después, no desistió en su empeño y con un estilismo de abrigo rojo y pantalones vaqueros con efecto desgastado, acudió a las oficinas de esa firma de lencería. Una vez más, se le resistió esta prueba, quedando su paso por estos procesos de selección como una anécdota más de su historia profesional que, actualmente, mira hacia Hollywood.