En el juego de las pasarelas en el que rescatar supermodelos de décadas pasadas se ha convertido en la nueva baza para sorprender, ha llegado el momento de que París vuelve a acoger el retorno de una de sus mujeres más icónicas de la década de los 90, Chrystèle Saint Louis Augustin. La francesa, que el pasado 27 de diciembre cumplió 44 años, dejó profesionalmente sus compromisos con las semanas de la moda y, desde 2014 y tras un largo periodo retirada para focalizarse en su faceta como actriz, solo realiza un desfile al año. Ya tocaba por tanto su vuelta, que llega en una presentación inclusiva que no entiende de edades y tallas y que unía dos nombres por primera vez: Zendaya y Tommy Hilfiger.
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En la presentación de TommyxZendaya, Chrystèle ha revivido sus años dorados en la pasarela de París, la que más éxitos le reportó. Sobre todo, fueron John Galliano para Dior e Yves Saint Laurent los que encontraron en esta francesa a la modelo perfecta para sus presentaciones. Desfiles en los que destacaba por su singular imagen marcada por su larga melena rubia y con rizos muy pequeños.
La modelo, que vive una vida discreta que queda reflejada en su tímido Instagram con tan solo 1.512 seguidores, se reencontró en este desfile con otras estrellas de aquella edad de oro de las supermodelos. Desde Filadelfia (Estados Unidos), Debra Shaw . La que fuera modelo favorita de Alexander McQueen en los 90 volvió a impactar a sus 42 años con su enigmática mirada y una sonrisa que no dejó de dibujar en su rostro durante la presentación. De igual forma, también se pudo ver a Veronica Webb. La estadounidense marcó un hito entre las modelos de su generación al convertirse en la primera afroamericana en firmar un contrato exclusivo como imagen de un gigante cosmético y a sus 54 años vive volcada en el cuidado de sus cuatro hijos y sus trabajos como empresaria.