Una de las imágenes más recordadas en moda fue ver desfilar de nuevo a las supermodelos de los 90 Claudia Schiffer, Carla Bruni, Cindy Crawford, Naomi Campbell y Helena Christensen en 2017. Un esperado retorno (algunas de ellas hacía más de una década que no pisaban una pasarela) que, sin embargo, hizo que se echaran en falta algunos nombres destacados de aquella época dorada de las top models. Entre ellos, se habló de Christy Turlington. Desde poco antes de dar la bienvenida a la década de los 2000, los posados fotográficos y publicidades se convirtieron en el único medio donde continuaba ejerciendo como modelo. Un exclusividad que se ha visto alterada de forma puntual ayer: de forma inesperada, la estadounidense, que ha cumplido 50 años hace un mes, cerró uno de los shows de la New York Fashion Week, concretamente, el de Marc Jacobs para otoño-invierno 2019-2020.
Razones de peso no le han faltado a Christy para protagonizar este inusual trabajo tanto tiempo después desde su adiós como modelo a las semanas de la moda; de hecho, su último desfile para Marc Jacobs fue en 1994, hace 25 años. Y ha sido a través de Instagram como ha querido señalar tres motivaciones, entre las que destacan, principalmente, aleccionar a su hija de 15 años para llevarla por un camino de provecho y saber "cuándo y para quién fue la última vez que caminé por una pasarela".
"¡Sobre esta noche! OMG . Marc Jacobs me invitó a cerrar su hermoso show esta noche y no pude resistirme. A) Conozco y amo a este hombre desde que lo conocí a la edad de 16 años. B) Cumplí 50 años este año y he llegado a un lugar donde "Por qué no" es la respuesta que surge cuando me hago preguntas. C) Tengo una hija de 15 años que quiero que me vea y escuche desesperadamente y este es un medio que "le habla". Así que, gracias, en este orden, Karlie Kloss, Gigi Hadid y Kaia Gerber y todas las jóvenes hermosas que he conocido brevemente en el pasado más reciente o se reunieron esta noche. Sois TODAS las mujeres que quisiera que mi hija emulara en su gracia, confianza y elegancia", precisa junto a una imagen del desfile en su perfil social. Y añade: " Aunque ese músculo no me dolió tanto como hubiera pensado para hacer ejercicio nuevamente, después de más de 20 años, no estoy seguro de que pueda vencer la experiencia de esta noche o que quiera intentarlo. ¡Ahora puedo decir exactamente cuándo y para quién fue la última vez que caminé por una pasarela y me siento tan orgullosa de todas las fuerzas de la naturaleza que lo hicieron posible!".
Christy Turlington nació el 2 de enero de 1969 en Walnut Creek, California (Estados Unidos), y tiene ascendencia salvadoreña, pues su madre nació en El Salvador. En realidad, lo que le apasionaba era montar a caballo. De hecho, su padre, Duane Turlington, la inscribió en varias competiciones hípicas locales. Dispuesta a convertirse en una amazona profesional, ella entrenaba después del colegio en Coral Gables (Florida), donde creció con sus dos hermanas, Erin y Kelly. Sin embargo, el fotografo Dennie Cody se fijó en ella y le propuso ser modelo con 13 años. Aunque reticentes, sus padres aceptaron la propuesta y dejaron que su hija entrase en una agencia local con la condición de acabar los estudios antes de dedicarse profesionalmente a ser modelo. Sus primeras sesiones fotográficas las realizaba después de las clases y su primer trabajo remunerado fue un catalogo para una cadena de tiendas, Emporium Capwell, por el que cobró 100 dólares la hora. Pronto, el talento de Christy llamó la atención de Ford, una de las agencias más prestigiosas del mundo y de la que se convirtió en una de sus modelos más representativas. Su seña de identidad: su personal rostro de simetría casi total y una elegante actitud en todo lo que hacía.
En el ámbito personal, Christy encontró la estabilidad sentimental al lado del actor y productor Edward Burns. Se conocieron durante una fiesta en Hamptons en 2000 y no había pasado un año y ya anunciaron su compromiso. Una relación intermitente que terminó de consolidarse el 7 de junio de 2003 con su boda: contrajeron matrimonio en una ceremonia privada en el Asian Art Museum de San Francisco. Junto a él, ha formado una familia. Fruto de su unión, el 25 de octubre de 2003, nacía su hija, Grace. Poco más de dos años después, en enero de 2006, tenían otro hijo, Finn.