La modelo estadounidense Lily Aldridge se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida. A nivel profesional, está establecida como uno de los rostros más buscados de la industria, y su estatus como ángel de Victoria's Secret -privilegio que posee desde hace 8 años- ha contribuido a que su caché suba como la espuma. En cuanto a lo personal, también está viviendo una etapa muy dulce, puesto que hace apenas unas semanas anunció que estaba embarazada de su segundo hijo junto a su marido Caleb Followill, guitarrista del grupo estadounidense Kings of Leons con el que lleva casada desde 2011 y con quien un año después dio la bienvenida a su primogénita, la pequeña Dixie Pearl. En las últimas horas, Lily ha conseguido compaginar estas dos facetas al subirse a la pasarela durante la Semana de la Moda de Nueva York presumiendo de barriguita premamá.
Ha sido en el desfile del estadounidense Brandon Maxwell cuando la top ha sorprendido caminando sobre la alfombra roja que servía como escenario de la presentación de sus nuevas propuestas. Con aire decidido y ataviada con un ajustado diseño carmesí que dejaba al aire su espalda y potenciaba sus nuevas curvas premamá, Lily ha recibido una ovación del público, que ha querido mostrarle su cariño a través de este gesto cómplice. La modelo ha dejado constancia de su felicidad a través de su perfil de Instagram ante sus más de 5 millones de seguidores con varias imágenes del momento y un emotivo texto en el que explica que siempre lo recordará y agradecía la oportunidad a la casa y al equipo tras su estilismo, a la vez que explicaba, divertida, que todo el mundo en el backstage compartíasu entusiasmo y le acariciaba la tripa. Lily, que ha declarado sentirse mejor que nunca, no ha frenado de momento su ritmo de trabajo, y está teniendo el mismo protagonismo que siempre -o más, puesto que este show le ha hecho acaparar numerosos titulares- en esta importante cita con la moda neoyorkina.
Aldridge continúa, de esta forma, con su actividad laboral habitual y, además de formar parte de este desfile, también ha acudido como espectadora a otros tantos e incluso ha asistido a diversas fiestas celebradas en el marco de la New York Fashion Week. Este hecho supone un paso más en la normalización del embarazo en un mundo tan marcado por los cánones estéticos como puede ser el de la moda, que cada vez busca más la ruptura con esa imagen de perfección y pretende humanizar a las modelos. No es la primera vez que Lily desfila en este estado, ya que en 2011, cuando estaba esperando a su primera hija, participó en el Victoria's Secret Fashion Show. Sin embargo, el look con el que pisó la pasarela de purpurina ocultaba las que eran sus primeras curvas premamá propias del primer trimestre de gestación. Durante el mismo espectáculo de aquel año, su compañera Alessandra Ambrosio también estaba esperando a su pequeño Noah, e igualmente disimuló la incipiente tripita mediante los estilismos escogidos.
Sin embargo, si alguien marcó un antes y un después en este ámbiro fue Irina Shayk. Varios factores influyeron en la repercusión que tuvo la imagen de la rusa luciendo su nueva figura en el desfile de la casa de lencería en 2016, desde la popularidad que atesora la modelo de por sí hasta la expectación de verla trabajando por primera vez para ella pasando por los rumores sobre un posible embarazo que la perseguían desde hace tiempo y que finalmente se confirmaron cuandó caminó sobre la pasarela con dos looks que, a pesar de que tapaban parte de su silueta, no dejaban lugar a dudas. La top sentó precedentes y demostró de manera muy gráfica que se puede ser tremendamente sexy incluso estando embarazada de 7 meses, por lo que no resultaría extraño que Lily Aldridge siguiera su ejemplo y caminara el próximo noviembre para Victoria's Secret, ya que por esas fechas se encontrará también en su séptimo mes de gestación.