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La industria de la moda está viviendo una época en la que los límites impuestos sobre la pasarela se desdibujan en favor de la igualdad. Que Bella Hadid abra un desfile no es ninguna novedad, pero que lo haga en uno de los pases de la Semana de la moda masculina de Milán supone, cuanto menos, un punto de inflexión. Haciendo un repaso a lo acontecido estos días en la ciudad italiana, donde los hombre reivindican su lugar en el calendario de la moda, destaca el papel relevante de las modelos sobre la pasarela. En desfiles como el de Moschino, las mujeres han formado parte de casi el 50 % del casting.
Un nuevo objetivo: ganar visibilidad
Es un hecho que las pasarelas masculinas no adquieren tanta relevancia como las femeninas. Colar en el casting a las mejores modelos del mundo puede suponer una forma de ganar visibilidad y captar el interés de los medios internacionales. Como decíamos, en esta nueva edición de la Semana de la Moda de Milán dedicada a los hombres, Bella Hadid ha sido una de las protagonistas al abrir el desfile de Dsquared2, seguida de cerca por su amiga y compañera Kendall Jenner. Dos rostros consagrados que han lucido entre hombres las propuestas más ambivalentes de la temporada y pequeñas pinceladas de lo que a buen seguro veremos en las pasarelas femeninas las próximas semanas.
Los desfiles en cifras
Dsquared2 no sólo ha contado con dos de las modelos mejor pagadas del planeta. A su desfile se han unido otras 21 mujeres, que completaban un casting de 55 personas. Prada incluía entre sus filas a 15 modelos femeninas y Versace a 11, mientras que Moschino, como señalabamos anteriormente, ha optado por compensar sus cifras en un desfile en el que el dark latex ha sido el leitmotiv. Sin embargo, hay quienes han sido fieles a la esencia de la pasarela y sólo han elegido a hombres, como MSGM, Dolce & Gabbana o Marni.
A debate
¿Tiene sentido separar ambas pasarelas? Firmas como Burberry o Diesel Black Gold ya han decidido unificar sus propuestas, haciéndolas compatibles para ambos géneros y ahorrando considerablemente en los costes que conlleva sacar a la luz dos shows en tan poco lapso de tiempo. ¿Hacia dónde nos llevará el frenético avance de la industria de la moda?
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