En una escena de completa felicidad familiar, Seal observa atentamente a su hijo, Henry, mientras Heidi da un cariñoso beso a su marido.
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Henry Günther Samuel, el hijo de la famosa top model alemana Heidi Klum, de 32 años, y de su marido, el cantante británico Seal, de 42, tiene casi seis semanas de vida. Este es su gran debut ante las cámaras y el bebé no podría sentirse más tranquilo y relajado. Juntos forman una familia dulce y tierna, como recogen estas imágenes que publica esta semana la revista ¡HOLA!; pero, no sólo les conoceremos en la intimidad de su hogar, pues junto a estas imágenes les acompañan otras que pertenecen a la fiesta de Halloween que celebraron el pasado día 31 de noviembre, una costumbre que la modelo alemana tiene desde hace varios años. Allí, Heidi Klum se convirtió en una bella vampiresa y Seal, en un atractivo policía; juntos compartieron velada con muchos amigos, entre los que se encontraban los diseñadores Valentino y Zac Posen.
Un niño precioso
Volviendo a Henry, hay que señalar que, además de a su padre, su madre y su abuela Erna, su entorno
familiar incluye a su hermana, Leni, de 17 meses, la hija que Heidi tuvo con Flavio Briatore. Seal, cuyo romance con Heidi comenzó después de que ella rompiera con Flavio, cuando estaba embarazada de seis meses, adora a la pequeña, a quien considera suya propia.
Leni está jugando con un mullido animal de peluche y Henry sigue durmiendo, pero Heidi ya
se está preparando. «En un minuto se despertará —dice la modelo—. Pronto tendrá hambre,
puedo asegurarlo». ¡Es realmente cierto! Pocos minutos después, el bebé da un fuerte grito
con una voz que seguro ha heredado de su padre. Heidi le da el pecho junto a la mesa. Parece lozana, descansada y feliz. Sus ojos brillan de amor y orgullo cuando habla de Seal, con quien se casó en mayo, y de sus hijos. Pero Seal está al menos tan orgulloso como ella. «¡Henry ya puede levantar la cabeza! ¿Lo ve? ¡Qué chico tan fuerte! ¡Y Leni es muy musical! ¡Miren!». La pareja canta a sus hijos una canción muy sencilla. Todos aplauden.
—¿Quién de ustedes se levantó anoche para alimentar al pequeño Henry?
—A veces, el bebé se despierta cada dos horas, así que nos turnamos. Cuando es el turno de
Seal, él coge un biberón del frigorífico —contesta Heidi.
—Pero usted le está dando el pecho...
—Sí, y seguiré haciéndolo unos meses más. Es totalmente diferente de cómo fue con Leni. Henry tiene hambre más a menudo. Pero si extraigo un poco de leche para guardar como reserva y pongo algunos biberones en el frigorífico, Seal o mi madre pueden echar una mano y alimentarle.