Los brillos y estampados, protagonistas en París

Tras Milán, la capital francesa se convierte en el escenario donde se muestran las colecciones primavera-verano 2002 para el hombre

Tom Ford, para la casa francesa Yves Saint Laurent, apostó por ropas ceñidas confeccionadas con tejidos brillantes. Como complemento, sombreros de ala ancha y copa baja.

El diseñador Raf Simons expresó con sus diseños su oposición a la política europea globalizadora. Para ello, creó un look militar, tapando la cara de sus modelos.

París se convierte estos días en una cita ineludible para los amantes del mundo de la moda. Primero fue Milán, pero, ahora, le toca a la capital del Sena presentarnos cómo se vestirá el hombre en la primavera-verano 2002. Durante los próximos días, medio centenar de diseñadores muestran sus colecciones siguiendo el rumbo impuesto del circuito de la moda masculina. Las propuestas más esperadas, debido a la rivalidad entre las firmas, son la de Yves Saint Laurent, por Tom Ford, y la de Christian Dior, por Hedi Slimane.

El americano Tom Ford ha sido el primero de los protagonistas de esta particular guerra en presentar sus propuestas. El director creativo de la casa italiana Gucci, propietaria de YSL apuesta por un hombre vestido de negro que deslumbra con prendas "bien preparadas y perfectamente cortadas", según indican los críticos de moda. Ford nos traslada a la década de los 70 recreando el estilo característico de las bandas de música The Specials y Madness, con sombreros de ala ancha y copa baja, trajes entallados y tejidos brillantes.
Pantalones estrechos que dejan ver el tobillo y mocasines de piel de serpiente o cocodrilo son otras de las propuestas para el hombre de YSL, que realizó un particular proceso de selección, buscando una puesta en escena racial. "Nosotros quisimos una mezcla étnica en nuestro casting de modelos y, actualmente, es difícil encontrar chicos negros en la industria de la moda", explicó Ford. Añadió que tuvieron que hacer "una selección abierta, incluyendo a todo tipo de gente".

El estilo típico japonés también se paseo sobre la pasarela de la mano de los diseñadores Yohji Yamamoto -que apuesta por los vaqueros y los colores oscuros- y Junya Watanabe. En sus diseños, el algodón y el lino son los materiales protagonistas, que se tiñen en verde ácido, rosa o tonos tierra. Por su parte, siguiendo la tendencia de los estampados ya impuesta en Milán, Kenzo imprime sobre sus prendas grandes dibujos, como letras o flores y plantas. Todas estas impresiones se hacen con colores vivos y brillantes, que huyen de la sobriedad del negro.

Aprovechando la expectación que generan este tipo de eventos, el diseñador Raf Simons aprovechó para apoyar las protestas de los jóvenes europeos contra la globalización. Los modelos que desfilaban para él lo hacían con la cara tapada y vistiendo camisetas y pantalones con proclamas antiglobalización impresas, imponiendo un look militar.

Las colecciones parisinas de este año cuentan con una notable baja, la del francés Jean-Paul Gaultier. Según los medios de comunicación, "las 300 creaciones que realizó para la última gira de Madonna y la preparación de su desfile de alta costura, previsto para el 8 de julio de 2001, le han dejado exhausto y no presentará nuevas colecciones hasta otoño".

Kenzo.

Yohji Yamamoto.

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