Más que una tendencia transitoria, la estética masculina dentro del armario femenino supone una ecuación que funciona —¡y mucho!— de ahí que se reafirme a lo largo de los 12 meses del año como una constante puramente atemporal. El espíritu tomboy reclama su lugar a través de los pantalones boyfriend, las camisas oversize, los mocasines y las chaquetas bomber, asaltando el guardarropa masculino y reinterpretando sus patrones. Eso sí, entre la gran cantidad de prendas con las que nos podríamos hacer, hay una que destaca entre todas cuando se trata de conquistar las ocasiones especiales, precisamente esas en las que queremos triunfar tirando de originalidad y elegancia: el traje. Símbolo de sofisticación y un estilo garçon deliciosamente femenino, el traje sastre se convierte en la mejor alternativa para una velada llena de estilo o para una cita working ineludible, eso sí, aderezado con mucha actitud y grandes dosis de personalidad. ¿La última en triunfar a bordo de esta tendencia? Zendaya Coleman.