En 1966, el número 5 de la Avenue Marceau fue testigo de un nacimiento que escandalizó al mundo de la Alta Costura: Yves Saint Laurent daba a luz a le smoking, o lo que sería lo mismo, la primera versión del tuxedo femenino. La libertad y la independencia en cuestión de estéticas se escribía con mayúsculas y las mujeres, por fin, podían hacer patente su feminidad “hablando” en masculino singular. Sin embargo, el alumbramiento de Saint Laurent no ha permanecido estático con el paso de los años, reinventándose y redefiniéndose en una mezcla entre androginia e híper-femineidad. ¿Su versión fetiche esta temporada? El tuxedo-dress.
¿Qué pasa si cogemos el esmoquin, alargamos la chaqueta y eliminamos el pantalón? Pues que obtenemos un vestido con el mismo corte regio y elegante del traje primigenio, pero con un plus de sensualidad. Las fashionistas más avezadas ya se han hecho con los primeros modelos que han llegado a las firmas, entre ellas Nada Adellè y este modelo combinado de Pearl and Rubies. Pero no ha sido la única, tanto los reyes del fast-fashion —véase Zara—como las marcas propiamente de fiesta, no han dudado asaltar el armario masculino y convertir en vestido la clásica chaqueta de corte smoking en un alarde de versatilidad. Y es que, sofisticar y feminizar esta prenda es sumamente sencillo, con unos tacones de altura y un choker, por ejemplo, conseguirás un resultado impactante. Además, no tendrás por qué decantarte por el clásico negro y te lo demostramos en el siguiente shopping con 10 modelos de excepción.