Un conjunto formado por un vestido rojo con unas delgadas líneas verticales en color blanco bordadas a lo largo de todo el diseño. Con capucha y una clara inspiración motera, la cantante escogió este particular atuendo para acudir al concierto que el cantante Bruno Mars ofreció en el Madison Square Garden, en el distrito de Manhattan (Nueva York). Para rematar su apuesta, la artista escogió un bolso acolchado, también rojiblanco, así como unas sandalias de tiras cruzadas en los mismos colores.