Lo más llamativo del “dos piezas” fue sin duda el collar, no solo por sus diamantes de más de 70 kilates y sus esmeraldas con más de 80, sino por la forma en la que Jane Fonda lo colocó en el total de su estilismo. Originariamente, y como muestra la propia firma de joyería, el collar Rugiada está diseñado para lucirse en el escote, sin embargo, la actriz decidió aprovechar la abertura trasera de su vestido para darle la vuelta a la joya, dotándola así de un extra de originalidad sobre su espalda.