Reconozcámoslo: nos encanta una boda. La sencillez en el vestir se ha impuesto en los últimos años con el empoderamiento de una mujer trabajadora que busca ir cómoda en su día a día, eso sí, sin renunciar a estar a la última e incorporar en nuestros estilismos las tendencias más actuales. Por eso, cuando estamos invitadas a una boda nos gusta tanto dar una vuelta de tuerca a nuestro street style cotidiano y apostar por otro tipo de prenda que nos haga sentir especiales.
Sin restar protagonismo a la novia, que sin duda es la estrella del evento, nosotras también queremos ser centro de miradas. Si ya tenemos la responsabilidad de acompañar del brazo a nuestro hijo como madrina, elegir un buen vestido va a ser clave para hacer de ese día una cita inolvidable.
Os proponemos maxivestidos con estampados florales y un punto desenfadado para que los invitados sepan quién es quién en la celebración y seas felicitada no sólo por el matrimonio sino por la elección de tu look.
Este vestido de Guess (149.50€) no renuncia a la sobriedad del negro, pero tampoco a la temperatura del rojo. La caída de volantes y las transparencias en la cintura te darán ese toque especial y, por qué no, también atrevido. La elegancia no tiene por qué no implicar cierto riesgo.
© Guess