Las bodas en verano están a la orden del día, pero no siempre es fácil acertar con el dress code. Una buena idea, que combina estilo y comodidad, es apostar por un vestido ibicenco. De esta manera, conseguirás un look natural y fresco que, eso sí, rebate la norma de no ir de blanco a una boda.
Como la novia es la protagonista indiscutible, el secreto para mantenerte en un estiloso segundo plano son los accesorios que elijas, los responsables de otorgar a tu outfit un sentido más formal o más casual, en función de cómo lo combines.
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