Hace años que conquistó Hollywood y está considerada como una de las mujeres más sexis del mundo. Una faceta que, sin embargo, no impide a Scarlett Johansson posicionarse como una de las principales defensoras de los derechos de la mujer. La estrella ha reivindicado en algunas ocasiones la situación de desventaja de las actrices ante sus compañeros pues, a la hora de envejecer o quedarse embarazadas, pierden para la industria parte de su atractivo.
Madre de la pequeña Rose Dorothy de dos años, fruto de su matrimonio con Romain Dauriac, Scarlett ha demostrado que la maternidad no está reñida con la sensualidad, ni mucho menos con el estilo. Sus looks siempre se han caracterizado por potenciar su cara más sexy, pero en los últimos tiempos han evolucionado hacia una apariencia más seria y discreta.
Poseedora de un encanto único, ya no necesita recurrir a los escotes más exuberantes ni a las siluetas ceñidas para llamar la atención. Lo ha confirmado con el original estilismo que ha lucido en los prestigiosos Premios Tony de teatro en Nueva York. Se trataba de un conjunto de chaqueta y falda larga en blanco con un estampado que emulaba la raya diplomática firmado por Michael Kors. A sus pies, sandalias color plata de Stuart Weitzman.