Willow Smith: Así ha evolucionado el estilo de esta revolucionaria 'it-girl'
La hija de Will Smith siempre ha demostrado un gran gusto por la moda y las tendencias, descubre cómo ha evolucionado su estilo con el paso de los años.
La hija de Will Smith y Jada Pinkett se ha convertido en todo un icono de estilo para millones de jóvenes por todo el mundo. Su arrolladora personalidad y peculiar percepción de la moda han hecho que pisara, cada alfombra roja, con una seguridad y fuerza admirables.
Diferentes peinados, combinación de prendas imposibles, tendencias pasadas... Willow Smith se atreve con todo y es esto lo que ha hecho que numerosas firmas se fijen en ella. Cantante, modelo, escritora... su vena creativa no se ciñe solo a sus outfits. Descubre cómo ha cambiado, con el paso de los años, el armario de esta it girl.
Con tan solo 7 añitos, Willow Smith ya pisaba la alfombra roja con gracia y estilo, aunque todavía eran sus padres los que elegían su ropa para estos eventos; de ahí que sus outfits fueran más clásicos. Vestidos pomposos, manoletinas, chaquetas de punto...típicos looks infantiles para estar bonita y perfecta.
Amante de lo diferente y atrevido, la hermana de Jaden Smith nos regalaba, en su niñez, estilismos como este: unas Converse rosas, convertidas en un pantalón de lo más llamativo, una camisa de rayas, una cazadora blanca y unas gafas de sol blancas completan su look.
Animada por sus padres a divertirse e ir conociendo el mundo desde su propia perspectiva, la joven artista no dudó en volcarse en el mundo de la música y la moda.
A medida que iban pasando los años, la joven artista fue desarrollando todos sus talentos y, no solo eso, también su gusto por la moda.
Con una personalidad arrolladora, Willow Smith comenzó a combinar prendas y complementos de manera original. Así de divertida posaba en la red carpet, con 10 años. Además, su cabello siempre ha jugado un papel importante en sus looks: con un lado rapado, trenzas africanas, colores fantasía...¡se atreve con todo!
Cuando aprendes a ignorar los comentarios desagradables de los demás, y solo te importa tu propia opinión, es cuando te conviertes en un icono de estilo. La hija de Will Smith siempre ha hecho caso omiso a las críticas y ha llevado su gusto por la moda y las tendencias a su máxima expresión. Con 11 años la pequeña artista regala a sus fans, durante sus conciertos, looks como este. Volantes, colores, muchas capas y originales deportivas llenaban su armario.
En su ascenso como estrella, Willow Smith fue experimentando con diferentes estilos y probando con numerosas tendencias. En el Festival de cine de Toronto de 2012 (con tan solo 12 años) pudimos verla así de elegante con un vestido de estampado africano, chaqueta negra y botines con tachuelas, outfit que coronó con un llamativo maxi collar dorado.
¿Quién dijo que con 11 años no se pueden llevar tacones o plataformas? Willow Smith posaba así de estupenda con traje chaqueta y zapatos de plataforma. Para la joven, su madre ha sido siempre una fuente de inspiración, por ello el estilo y glamour de Jada Pinkett han marcado los outfits de la artista. Sus largas piernas le permiten, además, lucir perfecta con todo tipo de vestidos, shorts y faldas.
La moda se convirtió en una forma de enfrentarse al mundo, de expresar lo que siente. Con 13 años, Willow Smith decidió apostar por un estilo más elegante, discreto y sofisticado. Con un look bicolor y una melena lisa con flequillo, la pequeña de Jada Pinkett se iba haciendo mayor y en su búsqueda de la madurez se centró en estilismos como este.
Ha sido precisamente su gran personalidad lo que hizo que Karl Lagerfeld se fijara en ella y la convirtiera en su musa más joven. A sus 15 años, Willow Smith pudo presumir de estar en el exclusivo grupo de celebrities que posaban en las campañas del diseñador de Chanel. Con 16 acudió así de elegante y perfecta a la MET Gala con un look de satén con el que enamoró a los asistentes.
Convertida en toda una it girl, Willow Smith posaba así de sexy y elegante en 2016, con 16 años, en uno de los desfiles de Chanel. Con un vestido negro con encaje en el cuerpo y plumas en la falda, la llegada de esta joven a la maison francesa supuso todo un soplo de aire fresco y como ella mismo dijo "una ampliación de las percepciones de la belleza".