ROBERTO CAVALLI. Una de las sorpresas en la recta final de Milán la ha dado Roberto Cavalli, que presenta su colección más urbana en años, sin abandonar el aire rock que ha acompañado todas las colecciones en la historia de la firma, pero conteniéndose en las formas, con una propuesta menos provocadora que de costumbre tanto en prints (el leopardo y el dálmata hacen aparición pero resultan tan ponibles como en una colección de Saint Laurent), como en acabados (la logomanía que también se aprecia en otra de las casas italianas más irreverantes, Versace, queda reducida en este caso a unas pocas muestras tipográficas, con mensajes en inglés como 'No bounds', que se traduce por 'sin límites' al castellano, o 'Empathy', empatía), y uso de los colores, que apenas se salen del negro, con algún destello en azul cobalto o blanco. Destacan: los pantalones sastre tipo skinny, los sueter con efecto brocado en dos tonos, los abrigos de piel, las biker cruzadas y la vuelta de la capa.