Jaguar XKD, 1955: Ningún coche de los años 50 encarna mejor la velocidad que el XKD Jaguar, con sus tres victorias consecutivas (1955, 1956 y 1957) en las 24 Horas de Le Mans, y otra más en Nürburgring en 1956. Un modelo que recuerda a un avión de combate desde el alerón trasero hasta su elegante y redondeado capó.
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Mercedes-Benz SSK “Comte Trossi”, 1930: El SSK es el Mercedes arquetípico de los años 20, dominado por su impresionante capó, cuya longitud representa más de la mitad del mitad de todo el vehículo. Mientras que el radiador se proyecta hacia el exterior haciendo las veces de cortavientos, los tubos de escape sobresalen por el costado.
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Bugatti 57 SC Atlantic Coupé, 1938: Se trata de uno de los cuatro modelos jamás construídos, de los cuales hoy sólo quedan dos. Este fantástico coche alberga juntas invisibles y una serie de remaches dispuestos a lo largo de su columna vertebral y los guardabarros.
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Ferrari 250 Testa Rossa (“Cabeza Roja”), 1950: Este modelo lleva el sello de Sergio Scaglietti, unos de los constructores de Ferrari con más talento: un estilizado chasis con forma de torpedo, reposacabezas emergente y faros aerodinámicos.