El príncipe Harry y Meghan Markle están viviendo su tercer (y último) día en Nigeria, jornada en la que continúan formando parte de distintas actividades con el objetivo de conocer a fondo la cultura que envuelve al país.
El príncipe Harry y Meghan Markle están viviendo su tercer (y último) día en Nigeria, jornada en la que continúan formando parte de distintas actividades con el objetivo de conocer a fondo la cultura que envuelve al país. Sobre estas líneas durante un torneo de polo benéfico en Ikoyi Polo Club en Lagos, podemos verla con un vestido de estreno, con estampado y cuello halter de Johanna Ortiz. Lo acompañó de sus sandalias Berkerley doradas de Burberry Prorsum, ganas de sol de Heidi Merrick y varios brazaletes, como el Love de Carteier o el Against Evil Eye de Lorraine Schwartz.
Juego de contrastes
Su look para acudir a un partido de baloncesto en la Ilupeju Grammar School fue un conjunto protagonizado por una maxifalda artesanal envolvente en tonos azules, prenda que ha combinado con camisa blanca, sandalias planas metalizadas y gafas de sol de pasta en clave XL.
Con sumo movimiento
En la Casa del Gobernador del Estado, en Lagos, lugar en el que el gobernador ha pronunciado un discurso, ha sucumbido ante un vaporoso vestido de tirantes amplios, cuello a la caja y falda con movimiento teñido de amarillo que ha defendido con pendientes de moneda y sandalias en cuero marrón.
Hipnótico en rojo pasión
En la jornada de ayer, Meghan participó en un evento de Mujeres en Liderazgo y lo hizo apostando por la firma Oríré, originaria de Lagos, Nigeria. Se decantó por un magnético vestido rojo de escote redondo y tirantes finos con un pequeño volante en el bajo. Elevó el estilismo con sandalias nude de Aquazzura y fina joyería: pendientes de medio aro en oro amarillo de Kimai, el brazalete Diamond Hex Tennis de Ariel Gordon Maffei, la gargantilla de Logan Hollowell y la pulsera Love de Cartier.
Enfatizar la silueta al máximo
Asimismo, vimos a Markle, junto al príncipe Harry, en una recepción para familiares de militares a la que se le sumó la inauguración de un centro de rehabilitación local. Para el acto en cuestión, llevó un vestido strapless de tubo extremadamente femenino de St. Agni. Llevado a cabo para enfatizar la silueta al máximo, fue conjugado con sus joyas de confianza y sandalias nude de Aquazzura.
En honor a la tierra
También asistieron a un partido de voleibol en el que todos los jugadores eran militares heridos que competían sentados. Markle, para la ocasión, sorprendió con un original diseño al que nos tiene muy poco acostumbradas, teniendo en cuenta que es habitual en ella caer rendida ante configuraciones lisas de lo más discretas.
Para rendir homenaje a la tierra en la que se encuentran de viaje exprés, la duquesa de Sussex eligió un vestido estructurado de largo tobillero. Una pieza de silueta clásica sumamente versátil con tirantes bordados y desmontables, detalle que permite reciclar la confección una y otra vez sin posibilidad de caer en el aburrimiento estilístico. Dicha creación está elaborada en tejido de jacquard grabado y adornada con grandes hojas de palmera.
-El mensaje que Meghan Markle podría haber mandado a la Familia Real con su vestido en Nigeria
Estética tropical
Meghan Markle combinó la obra tropical en blanco y negro con abertura estratégica en la zona del pecho, corte frontal y detalle de pompones de flecos en el extremo de los dos tirantes perteneciente a Joanna Ortiz Tropicana Nights con sandalias de dedo oscuras de aires minimalistas de Emme Parsons, calzado idóneo para lidiar con las altas temperaturas, pendientes de moneda de Jennifer Meyer, brazalete de Ariel Gordon Maffei, Love de Cartier y su ya fiel reloj Tank Française de la casa.
Elegancia sutil
En el que era el primer día de viaje, abrazó un conjunto de dos piezas con el que recurrió a la elegancia más pura: un traje sastre de Altuzarra formado por blazer en crepé elástico liso con cuello de muesca y bolsillos ribeteados y pantalones bootcut con sutil elasticidad. Había lucido ambas prendas ya en 2018.
Complementos estrella
Para rematar la construcción, se subió a unos zapatos pumps en ante marrón pertenecientes a Manolo Blahnik y eligió, hablando de joyería, unos pendientes y brazalete de Ariel Gordon Maffei y reloj y brazalete Love de Cartier.
Indumentaria con posible mensaje oculto
El despliegue de looks de Meghan comenzó con este vestido largo bañado en rosa empolvado bajo la firma de Heidi Merrick. Una creación con cuello a la caja, cuerpo ajustado y falda escalonada que cuenta con aberturas geométricas en la zona de la espalda.
La anécdota del día
Dicho artículo se encuentra en el catálogo de la casa de moda bautizado como Windsor, detalle que se desconoce si puede significar un posible acercamiento entre familias. Tampoco entonces escatimó con las joyas con las que terminó la apuesta: unos pendientes vintage de Lanvin, el reloj Tank Française y el brazalete Love de Cartier y la pulsera Diamond Hex Tennis de Ariel Gordon.