"Wallis Simpson, Grace Jones, la duquesa de Devonshire, Jacqueline de Ribes, Babe Paleyc, Lola Flores...". Cuando le preguntas a Fabio Encinar (Madrid, 1991) qué mujeres le inspiran, la lista podría seguir hasta el infinito. Sin embargo, como en todo, hay que elegir, y ha sido la condesa de Romanones la escogida como musa de su nueva colección de Otoño/invierno 2024-2025 recién presentada en Fashion Week Madrid. La vida, el estilo y el carácter de Aline Griffith, la espia estadounidense que revolucionó la sociedad española a mediados del siglo XX, son el trasfondo de estas creaciones para las que ha contado con el mejor apoyo posible, la colaboración de Lulú Figueroa (Madrid, 1986), nieta de la desaparecida condesa. Hablamos con los dos, diseñador y artista, para conocer los detalles de esta línea que consolida el espíritu Encinar junto a infinitas pinceladas de la icónica aristócrata.
- Así ha sido el desfile Otoño/invierno 2024-2025 de Encinar
"Todo surgió en verano, no sé muy bien cómo, llegó a mis manos el libro de Aline, La espía que vestía de rojo. Conocía el personaje de la Condesa como cualquiera que haya nacido en los 90 y haya tenido un mínimo de contacto con la realidad [ríe], pero a raíz de leer su historia, me apasioné… Busqué fotos y empecé a leer todo lo que se había escrito de ella y también por ella. Su vida fue apasionante, más allá de la imagen de aristócrata de otra época, era norteamericana acérrima al folclore español, espía encubierta en la Segunda guerra mundial e icono de estilo de la sociedad internacional". Así nos cuenta Fabio Encinar cómo empezó su obsesión con la figura de Aline Griffith.
Tras ese primer contacto y ya con la idea en mente de revisitar el armario de la fallecida condesa, se dirigió a Lulú Figueroa -a quien conoce desde hace años- en una fiesta para contarle qué quería hacer: "Nos encontramos en Sevilla en una fiesta, en otoño, y a bocajarro y con esmoquin, le dije que estaba obsesionado con la figura de su abuela, que quería hacer la próxima colección inspirada en ella. Aún recuerdo su cara de sorpresa, le pilló totalmente de forma inesperada, y comenzó a hablarme de ella, a contarme anécdotas, historias…", nos explica. "Después de esa fiesta quedamos y Lulú me trajo fotos, vestidos, joyas de la Condesa. Todo este proceso me ha servido también para conocer mejor a Lulú, ya nos conocíamos y siempre ha sido un apoyo en cada desfile y proyecto, pero de forma un poco inesperada su abuela ha acabado uniéndonos".
Fuerza y pasión por la moda, la herencia de su abuela
Para la hija de Álvaro Figueroa, actual Conde de Romanones, y Lucila Domecq, el proceso también ha sido precioso y único. "Fabio ha creado la colección y, gracias a él, he podido hacer un pequeño homenaje a ella, con un retrato que he pintado con ocasión del desfile", revela sobre el detalle entregado a los asistentes al show -junto a un clavel y una vela de Diptyque Paris- en el que aparece su abuela con un vestido de flores que, a día de hoy, seguiría siendo tendencia.
Y es que la condesa de Romanones fue prescriptora en su época, pero, como todo icono de moda, su estilo sobrevive al paso del tiempo. Su pasión por la costura es algo que Lulú, afirma, ha heredado: "Como ella, soy muy fan de la moda en general y de la española en particular, tenemos ese interés común y creo que, a cada una en su momento, nos ha divertido aportar esa parte creativa y el mensaje que puede contener una prenda. Para la mí la moda transmite mucho de cada personalidad", explica la artista, quien también destaca de su abuela "su tenacidad, su constancia y lo trabajadora que era". De hecho, una de las imágenes que tiene fijada en su memoria es la de la Condesa "sentada frente a su ordenador escribiendo".
Si preguntamos a Fabio en qué cree que Lulú y su abuela se parecen, responde sin dudar: "en su fuerza". "Por desgracia no conocí a Aline, pero si algo me ha quedado claro, es que no pasaba por un sitio sin dejar huella, era un huracán. Lulú quizá es más tranquila, pero cuando la conoces y conoces su obra, entiendes que canaliza todo ese potencial en el arte. Es una personalidad muy especial, te hace sentir bien y te abre su vida", compara el modisto. "Me hubiera encantado poder tener una conversación de tres con ellas dos, saber qué diría la Condesa de este desfile, ¡me atendría a las críticas!", añade con humor.
Seguramente estas fueran de lo más positivas pues la personalidad arrolladora de la Condesa se plasma en los nuevos diseños de Encinar, en su colorido y sus formas. También está presente esa preferencia de Aline por la Alta costura que tan bien encaja con la forma de crear de este modisto. "Me alucina ver cómo se “vestía” cada día de su vida, iba perfectamente arreglada en cada momento. Cada noche había una fiesta o una cena, y siempre iba increíble vestida por Balenciaga o Pertegaz", dice Fabio.
Joyas que pasan de generación en generación
No faltaban en esos looks de noche las joyas más exclusivas, colofón que tampoco ha fallado en el desfile. La casa encargada ha sido Suárez, una firma tan importante para Fabio como para Lulú. De hecho, nos cuenta la artista que la pieza que nunca se quita es "un anillo con una esmeralda verde de Suárez espectacular", aunque quizá la más especial de su joyero sea otra, una precisamente heredada de su abuela: "tengo una pulsera de David Webb con forma de cebra muy especial que me recuerda mucho a ella". Una joya que ha querido llevar en su muñeca en este precioso homenaje a su abuela.