Hace exactamente un año, el Palacio Real de Oslo abrió sus puertas para acoger una cumbre internacional como pocas. Los reyes Harald y Sonia organizaron una imponente cena de gala para festejar el 18º cumpleaños de su nieta, la princesa Ingrid, hija mayor de los príncipe Haakon y Mette-Marit y segunda en la línea de sucesión al trono. La mencionada cita supuso el mayor encuentro intergeneracional de miembros de la realeza del siglo, con representantes de hasta nueve Casas Reales, de modo que allí estuvieron algunas de las homólogas de la princesa heredera: futuras reinas que derrocharon estilo con sus mejores looks de gala y nos dejaron este precioso retrato de recuerdo.
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Ingrid de Noruega
La princesa Ingrid eligió para su gran noche un vestido de gala en color berenjena de tirantes, de Alberta Ferretti, adornado con volantes a lo largo de la falda, que llevó su madre en el año 2005 durante una gira por Japón. Aunque el detalle a resaltar es que lo ha acompañado por primera vez portando una tiara en un acto institucional. Se trata de la diadema de la princesa Ingerborg de Suecia, tatarabuela de la Princesa.
Su tiara de cumpleaños
Esta tiara, encargada a Boucheron hace más de 120 años, fue un regalo del príncipe Carlos de Suecia a Ingeborg: "Es una tiara preciosa en la que se fusionan círculos de diamantes engastados en platino. La abuela y el abuelo estuvieron presentes en la exposición mundial de París de 1900, cuando se la regaló a la abuela (...) Se la compró porque era fácil de llevar para las grandes ocasiones", dijo al respecto la princesa Astrid, tía abuela de Ingrid.
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Amalia de Países Bajos
Amalia captó la atención de todos con su vestido largo en color 'rosa Barbie' de capa incorporada, firmado por Marchesa. Añadió un bolso de mano metalizado, de Natan Couture, con sandalias de brillantes, de Gianvito Rossi, pero nada brilló más que la Tiara de Estrellas, una pieza diseñada especialmente para la boda de sus padres combinando otras dos alhajas familiares. Tiene una base de festones de diamantes, sobre la que se engastaron unos broches de estrellas de la reina Emma.
Máxima de Países Bajos
Máxima arriesgó con un llamativo vestido de tul rojo, de Jan Taminiau,que lució primero en 2019, en la cena de gala de la entronización de Naruhito como emperador de Japón. La propuesta presenta unos bordados dorados con motivo geométrico en el cuerpo, rematado con un cinturón estrecho de hebilla con pedrería. Como complementos, llevó un clutch negro, de Gianvito Rossi, y la imponente tiara Stuart con su gargantilla y brazaletes a juego.
Mette-Marit de Noruega
La madre de la cumpleañera recuperó un memorable vestido plisado con cinturón de pedrería, diseñado por Emilio Pucci, que desemboca en una cola de sirena con pequeñas filas de volantes de tul rosa pastel. Lo lució por primera vez en la cena de gala ofrecida por el gobierno sueco con motivo de la boda de Victoria de Suecia, celebrada precisamente en junio de 2010.
Elisabeth de Bélgica
La heredera al trono belga deslumbró con un vestido ochentero volantes a lo largo del cuerpo, firmado por Armani Privé (colección Otoño/Invierno 2021-2022). Lo acompañó con una tiara que nunca antes se había visto, idéntica a la que la baronesa Lady Evelyn Vestey -empresaria americana de gran éxito que llegó a casarse con Lord William Vestey- llevó cuando fue presentada en la corte británica en 1925. La tiara fue un regalo de los reyes de los belgas por el 18 cumpleaños de su primogénita, en 2019.
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Victoria de Suecia
Confeccionado por Frida Jonsvens, el vestido escogido por Victoria de Suecia presenta una silueta clásica de princesa en tul blanco con corpiño acorsetado de escote corazón, sobre el cual se reparten las coloridas flores bordadas sobre una malla transparente. Como joya principal, luce la tiara de Laurel, una pieza que perteneció a la princesa Lilian.
Estelle de Suecia
La primogénita de la princesa heredera Victoria y Daniel Wrestling, de 10 años de edad, se coordinó con su madre para esta importante cita al optar también por los mismos apliques de flores multicolor para su bonita diadema, así como para el cinturón de su vestido de tul azul celeste, que recuerda inevitablemente al de la Cenicienta.
Olympia de Grecia
La princesa e influencer parecía una diosa griega con esta creación etérea de estilo helénico que pertenece a la colección de Alta Costura Primavera/Verano 2018 de Giambattista Valli. Sobre su cabeza, la tiara fringe de los Miller, diseñada por Cartier en la segunda mitad del siglo XIX. Fue un regalo de bautizo para Olympia de Grecia de su abuerla materna, Chantal Miller, y la han lucido en numerosas ocasiones tanto ella como su madre, Marie-Chantal.
Marie-Chantal de Grecia
La madre de Olympia dejó absoluto protagonismo a la joyería al decantarse por un sencillo vestido liso de tafetán verde tornasol, cuyo punto fuerte son sus mangas largas de farol. Todas las miradas se dirigieron, más bien, a la tiara de diamantes de la reina Sofía de Prusia, que se le obsequió en 1889 de cara a su boda con el heredero al trono griego, Constantino I.
Mary de Dinamarca
La princesa Mary escogió un vestido de seda blanco con escote cruzado y románticas mangas de farol, adornado con bordados de motivos silvestres sobre el abdomen y en los laterales de la falda. Una creación hecha a medida que complementó con un bolso de mano dorado de piel trenzada, de J. Fumani, y salones plateados, de Gianvito Rossi.