Cuando la princesa de Gales rescató el accesorio olvidado de la realeza británica que conquistó a Hollywood

Como cada año, el Royal Festival Hall acogió el pasado fin de semana una nueva entrega de los Premios BAFTA, los galardones conocidos como los Oscar ingleses. Estos suelen congregar a las estrellas de cine del momento, así como a ciertos miembros de la Familia Real Británica, aunque la princesa de Gales no acudía a esta cita emblemática desde el año 2020, lo cual hizo de esta reaparición una todavía más especial. De hecho, no escasearon las sorpresas, siquiera en términos de estilo, pues Kate optó por reciclar el vestido de inspiración nupcial que había llevado en 2019 con unos impresionantes pendientes dorados de Zara. El foco de atención, sin embargo, estuvo fijo en los guantes de ópera negros que recubren sus brazos, generando un llamativo contraste por su color, pero también porque la mujer del príncipe Guillermo jamás había llevado guantes largos en una cita de gala desde que se unió a la Familia Real. ¿A qué se debe este cambio? 

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El legado de la Reina de Inglaterra

Genevieve James, heredera del sello Cornelia James, que suministra guantes a la Familia Real Británica desde la década de los 40, no puede confirmar que el modelo escogido por Kate lleve su firma, pero sí confesó a los medios estar feliz de que la princesa de Gales continúe la tradición de Isabel II, que siempre llevaba guantes largos en las citas de gala."Los guantes de ópera son transformadores. Convierten cualquier evento en una ocasión y un vestido en una declaración", declaró a People Magazine.

El guante de ópera, un accesorio obligatorio para las reinas y princesas

Si bien la rompedora elección de Kate ha desatado una controversia atípica, no podemos olvidar que se trata de un accesorio con historia, una ligaba inseparablemente del legado de Isabel II. Generaciones de mujeres de la realeza han usado guantes de ópera desde el siglo XVII, durante el reinado de Mary II de Inglaterra, aunque estos se ganaron oficialmente su nombre en el siglo XIX, cuando disfrutaron de su máximo apogeo con el período de La Regencia, perfectamente representado en la exitosa serie Los Bridgerton. De hecho, podríamos decir que la estética regencycore es uno de los desencadenantes de la resurrección del guante de ópera en 2022, tanto en los armarios de las royals como en las alfombras rojas. 

Isabel II fue siempre fiel a sus guantes

Cuesta encontrar una imagen en la que la desaparecida soberana no lleve puestos sus característicos guantes, sean de punto, satén o piel, según la ocasión. A lo largo de sus 70 años de reinado, la abuela del príncipe Guillermo se ciñó a la antigua tradición de las monarcas inglesas, a pesar de la caída en desuso de este complemento, aunque Genevieve James asegura que fue una decisión puramente práctica, para protegerse de gérmenes o enfermedades al saludar a los políticos, seguidores o cuerpos diplomáticos en sus distintas citas. Tal es el caso que, confirma, la Reina solía llevar hasta tres pares de recambio en el bolso. 

La razón por la que Diana de Gales no los usaba

En 2017, la exhibición titulada Diana: su historia de la moda, que se hospedó en los salones del Palacio de Kensington, desveló que la anterior princesa de Gales decidió evitar los guantes, con contadas excepciones, por una sencilla razón: prefería tener un contacto físico real con las personas que conocía en sus apariciones públicas, pues sentía que este accesorio daba una sensación de distancia entre ella y el público. Siguiendo su estela, Kate suele prescindir de guantes cortos en la mayoría de sus citas diarias, y tuvimos que esperar hasta 2023 para que estrenara su primer par de guantes largos. 

La divertida forma que tenía de llevarlos

Son escasas las veces que Diana de Gales lució sus únicos dos pares de guantes largos en eventos públicos, de cara a los fotógrafos. Resaltan especialmente su visita a la Ópera de Múnich, en 1987, donde lució un vestido palabra de honor negro, de Catherine Walker, con guantes a juego (en la imagen anterior), así como este original look que llevó al America's Cup Ball, en septiembre de 1986, en el que combina un precioso vestido bicolor de Murray Arbeid con guantes dispares, uno negro y otro rojo, a juego con el diseño.

Sarah Ferguson, una inesperada fuente de inspiración

Por mucho que nos sorprenda, en vista de que Kate siempre ha buscado emular el estilo de su suegra, es la duquesa de York quien puede coger todo el crédito en este aspecto, puesto que -desde los años 80 hasta nuestros días- ha hecho de los guantes de ópera negros su complemento fetiche. No solo era poco frecuente (casi inédito) que una mujer de la Familia Real llevase guantes de ópera negros sino que el mismo código de etiqueta dictaba que estos jamás debían llevarse con una prenda blanca, como hizo 'Fergie' en incontables ocasiones. De hecho, ella los alternaba con vestidos rosa pastel, blancos o completamente negros. 

La nueva generación de royals cambia las reglas

Casi cuatro décadas después de que Sarah Ferguson o Diana de Gales se atrevieran con los guantes de ópera negros, podríamos decir que Kate no ha roto protocolo alguno. Y es que otras mujeres de la realeza estrechamente vinculadas con la moda ya se han apuntado a llevarlos en sus citas nocturnas: el mejor ejemplo es Olympia de Grecia, que recientemente combinó su par de guantes de látex con un minivestido floral con escote de plumas, diseñado por Richard Quinn. 

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Los guantes de ópera se apoderan de la alfombra roja (otra vez)

El guante de ópera cedió su puesto privilegiado en los vestidores fememinos con la crisis de la Segunda Guerra Mundial, pero, como suele pasar, la posterior recuperación social y económica trajo consigo altas dosis de maximalismo. El Old Hollywood de Marilyn Monroe y la princesa Grace Kelly era la fantasía más deseada por las masas, que volvieron a soñar con fabulosas estolas de pelo, vestidos pomposos y guantes largos. No por nada estos fueron los complementos preferidos por las selectas invitadas a la Gala MET 2022, organizada bajo la temática de la Edad del Glamour Dorado de Estados Unidos.

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De Chiara Ferragni a la Generación Z

Precisamente la noche que se dispararon los rumores sobre su posible separación, veíamos a Chiara Ferragni sobre el escenario de Sanremo con un corsé de Schiaparelli, guantes de ópera negros e imponentes pendientes dorados de la firma. Con esta apuesta, sigue la tendencia que han rescatado otras chicas de moda incluso más jóvenes que ella, como Sydney Sweeney o Millie Bobby Brown, en sus posados de alfombra roja. 

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Versiones vanguardistas de ese accesorio clásico

Lejos de quedarse con su versión tradicional, la industria de la moda busca renovar el guante largo de las antiguas damas de la clase alta para adaptarse a todos los estilos que actualmente inundan los catálogos: versiones semitransparentes (Fendi, Jacquemus...), de encaje negro (Dolce & Gabbana, Versace...), realizadas en cuero o satén (Chanel, Givenchy...), o incluso de látex en colores estridentes (Victoria Beckham, Alexander McQueen...), como los que llevó Anya Taylor-Joy en la presentación de El menú. 

Más allá de las fiestas, en el street style 

A medida que dejamos de lado los abrigos gruesos, las prescriptoras de estilo nos sugieren formas de incorporar los guantes largos a nuestros looks de calle sin necesidad de parecer disfrazadas de princesa o actriz de cine. Este accesorio resulta especialmente útil para elevar un look casual de corte urbano, como bien demuestra la influencer Leonie Hanne, a la vez que transforma tus tops de verano para poder llevarlos durante el entretiempo.