Este sábado nos ha dejado el diseñador Nino Cerruti, a los 91, producto de una complicación con una cirugía de cadera en la ciudad de Vercelli, ubicada en su natal región de Piamonte. El hombre que reinventó el traje para convertirlo en una prenda cómoda y lanzó al estrellato a otros grandes exponentes del nuevo 'look sartorial', como Giorgio Armani, seguía involucrado en la empresa de su familia a pesar de haberse retirado parcialmente hace casi 20 años.
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La reinvención del traje, por Nino Cerruti
Descendiente de una familia de industriales textiles de Biella, Cerruti heredó el negocio familiar a los veinte años tras el fallecimiento de su padre, enfocando todos sus esfuerzos en el desarrollo de nuevos materiales que revolucionaría la moda como la conocemos. Inventó un traje más elástico, con diseño plegable, y estuvo entre los primeros creadores en concebir la ropa de hombre del mismo modo que se veía la moda femenina, añadiendo estampados o detalles distintivos. Su primera colección, Hitman, se presentó en 1957, suscitando un giro radical en el vestir masculino que le ganó notoriedad en el panorama europeo. Finalmente, en 1967, lanzó oficialmente la línea Cerruti con la apertura de su primera boutique Cerruti 1881, ubicada en la Place de la Madeleine de París.
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A este significativo paso le seguiría, un año después, la creación de una colección de ropa femenina. Con los años, se probaría que su decisión de expandirse a nuevos horizontes había sido acertada, atendiendo a la creciente necesidad de las mujeres por incorporarse al mercado laboral, vestir cómodas pero elegantes y ganar movilidad. Sus creaciones de mujer representarían el 20% de la facturación total de la empresa. Ese ojo de halcón para predecir tendencias y llevar acabo ideas innovadoras también lo condujo a fichar a Giorgio Armani, gran promesa del diseño, en 1964, como parte de su constante búsqueda de ideas frescas y juveniles. Finalmente, Cerruti ayudó a Armani en 1970 a fundar su propio sello, que vería la luz definitivamente cuatro años más tarde para consolidarse como el imperio que conocemos actualmente.
Momentazos del cine que siempre le agradeceremos
Ejerció como estilista, dejando en la historia momentazos memorables de la historia del cine y las alfombras rojas. Fue él quien ideó el look sensual y minimalista de Sharon Stone en Instinto Básico, con un minivestido blanco de cuello vuelto que enfocaba la atención en sus tentadoras pienas kilométricas; aunque también será recordado por los estilismos de una joven Julia Roberts en Pretty Woman, como aquel popular vestido de lunares replicado incontrables veces por otras firmas de moda, o los impecables trajes de Christian Bale como el enigmático Patrick Bateman en American Psycho. En su lista VIP de clientas y musas, encontramos nombres de primera clase: Catherine Deneuve, Faye Dunaway, Michael Douglas o Clint Eastwood contaron con la asesoría de este maestro inolvidable.