Del 9 al 11 de noviembre, los reyes de los Países Bajos participan en una visita oficial a Noruega (primer viaje de estas características que realizan desde el comienzo de la pandemia) y ya tenemos los primeros looks con los que Máxima está fascinando. Durante la recepción que se ofreció en su honor, la Reina recuperó un diseño de Alta Costura que firmaba una de sus firmas de cabecera, Natan. Una apuesta que ya llevó en su viaje a Brunei en 2013, con lo que demostró su espíritu ‘eco’ al dar una nueva oportunidad a prendas que guarda en su armario. Lo mismo hizo horas después durante un banquete de estado en el Palacio Real de Oslo. Una velada en la que recicló un vestido de gala en acabado degradado y capa transparente de Jan Taminiau que no es nuevo, pues ya lo pudimos ver en su cena con la reina Isabel II durante su viaje a Reino Unido en octubre de 2018. Sin embargo, en esta ocasión, luce diferente pues prefiere llevar abierto el tul que cubre sus hombros y no cerrado para cubrir su pecho. Además, lo acompañó de una tiara con historia que marcó un día muy significativo en su vida como royal.
-Risas y mucho afecto en la intensa jornada de Máxima y Guillermo de Holanda con los reyes de Noruega
Una histórica tiara con zafiros
Para este banquete de estado en el Palacio Real de Oslo, Máxima de Holanda recuperó una tiara histórica, precisamente, la que llevó con su primer look como reina, es decir, durante la investidura de su marido, el rey Guillermo, el 30 de abril de 2013 en la Iglesia Nueva de Ámsterdam. Denominada tiara de zafiros o Dutch Sapphire Parure Tiara, fue un regalo que el rey Guillermo III hizo en 1881 a su esposa, la reina Emma. La joya, que tiene en su parte frontal un zafiro central de 44 quilates que pertenecía a un broche, posee en total 31 zafiros cachemira y 655 diamantes de Sudáfrica, así como una montura de platino que sustituye a la original de oro para ser más ligera. Respecto a su autoría, el debate está servido, pues hay distintas voces que atribuyen su elaboración a la joyería parisina de Mellerio. Sin embargo, otros estudios dan como propio este diseño a Oscar Massin, así como a la firma holandesa Maison van der Stichel. Hipótesis a un lado, lo cierto es que la Reina ha querido deslumbrar en esta ocasión, pues también ha llevado parte del set de joyas que acompañan a esta creación como sus pendientes y dos brazaletes a juego.
Un vestido para grandes ocasiones
Máxima ya llevó este vestido palabra de honor con degradado en la falda durante su Visita de Estado a Reino Unido en octubre de 2018. En concreto, fue su apuesta para acudir a una cena en el Palacio de Buckingham en la que no faltó la reina Isabel II. Sin embargo, en esta ocasión, su look de gala lucía diferente, pues prefirió llevar su capa abotonada en el cuello para que cubriera toda su figura. Como joya principal, optó por la denominada tiara Stuart, una pieza que no se había vuelto a ver desde el reinado de Juliana de Holanda. Precisamente, esta la lució en 1972 en Windsor.
La tiara que le convirtió en reina de los Países Bajos
Durante la investidura del rey Guillermo el 30 de abril de 2013, Máxima lució la tiara de zafiros, convirtiéndose en la joya que le coronó como reina de los Países Bajos. En esta ocasión, también la acompañó de un vestido y capa que, igualmente, llevaban el sello de Jan Taminiau.
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Una tiara con esmeraldas y el vestido de su 80ª cumpleaños
A este banquete, no ha faltado la reina Sonia de Noruega. Para la ocasión, lució un vestido de manga larga en color verde lima que, por ejemplo, ya había llevado durante los festejos con motivo de su 80 cumpleaños y el del rey Harald en 2017. Como joya principal, lució su tiara de las esmeraldas. Se trata de una pieza del joyero Bapts que se creó en 1804 para la emperatriz Josefina.
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Mette-Marit y Marta Luisa de Noruega
Para este banquete, la princesa Mette-Marit lució un vestido blanco con detalles florales en el escote y mangas que le gusta especialmente. De hecho, es el mismo que llevó durante los festejos con motivo del 80 cumpleaños del rey Harald y la reina Sonia de Noruega en 2017, así como en el 50 cumpleaños del príncipe Federico de Dinamarca en 2015. Por su parte, Marta Luisa apostó por el vestido morado que lució en la boda de Magdalena de Suecia en 2013.
La tiara de su boda con Haakon
Acompañando a su vestido con detalles florales, Mette-Marit de Noruega lució unos llamativos pendientes de diamantes con forma de rosetón del que se prende una perla con forma de lágrima. Por otro lado, muy significativa fue su elección para ‘coronar’ su cabeza, pues eligió una tiara que le regalaron sus suegros ante su boda con el príncipe Haakon. De hecho, fue la llevó para complementar su vestido de novia. Confeccionada con diamantes que forman margaritas, es una pieza que elaboró la joyería Garrard en 1910. Sin embargo, no llegó a palacio hasta 2010 cuando Harald y Sonia de Noruega la adquirieron para agasajar a su futura nuera.
-20 aniversario de la boda de Haakon y Mette-Marit de Noruega
La tiara favorita para su vestido malva
Al igual que hiciera en la boda de Victoria de Suecia, la princea Marta Luisa quiso acompañar su vestido malva de la tiara de las amatistas. Una joya que luce por segunda vez y que pertenece a su madre, la reina Sonia. Se trata de un regalo que el rey Harald hizo a su esposa dos décadas atrás y que hemos podido ver también en Mette-Marit. No obstante, la hija de los reyes de Noruega también ha querido incluir en su look de gala joyas de su joyero personal, entre las que destaca un fabuloso collar con enorme corazón de topacio a modo de colgante.