Enésimo bazazo en este 2020. En un año que recordaremos tanto por la crisis sanitaria como por el baby boom de las celebridades, tampoco han faltado parejas que han puesto fin a su historia de amor: Miley Cyrus y Cody Simpson o la cantante Adele y Simon Konecki -que finalizaron su divorcio hace unos meses- son algunos ejemplos. Ha sido el caso también de Anna Wintour, la famosísima editora de moda (y una de las figuras más influyentes del sector) y su marido Shelby Bryan. Ella dedicada al periodismo y él magnate de las telecomunicaciones, parecían casi destinados a forjar una unión eterna. Sin embargo, este miércoles la revista Page Six ha anunciado que su matrimonio habría llegado al punto final. Son 16 años los que han pasado desde que se dieron el 'sí, quiero'.
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Aunque formaban una de las parejas más influyentes del universo celebrity, lo cierto es que procuraban mantener una vida bastante discreta. De ahí que no aparecer juntos en muchos eventos no fuera un indicativo de que su relación se encontraba pasando por un mal momento. Simplemente que, muchas veces, sus respectivas agendas les impedían estar presentes en todos los compromisos del otro. Sin embargo, sí que parece ser que últimamente era todavía más complicado verles en compañía del otro, lo que podría hacer hecho sonar las alarmas antes de que la revista diera la noticia.
Sus pilares de apoyo
Las razones todavía no están claras. Por lo pronto, Shelby habría encontrado un gran apoyo en su exmujer Katherine Bryan, cuya relación llegó a su fin en 1999 al poco de que el empresario conociera a Anna Wintour. Tendiendo dos hijos en común, el magnate estaría contando con la amistad que mantienen para poder superar el momento. En cuanto a la editora de moda, cualquier compromiso social o profesional es ahora analizado con el doble de atención, a la espera de conocer si su corazón volvería a encontrarse abierto al amor y estaría conociendo a alguien después de la separación.
Una agenda de todo menos aburrida
Si hay algo en lo que ambos pueden refugiarse es en sus respectivos trabajos. Y es que Anna tiene una agenda muy apretada pese a que se levanta entre las 5 y las 6 de la madrugada. Además de supervisar personalmente todo tipo de detalles para que las publicaciones de Vogue salgan perfectas, sus citas con diferentes marcas de moda, estrellas, modelos o incluso sus reuniones de cara a organizar la Gala MET son algunos de los compromisos que tiene a diario. Citas profesionales que concilia con su vida familiar o aficiones como el tenis.