Ha dado nombre a un escote -desde su llegada a la Familia Real Británica, el cuello barco se rebautizó como Meghan- y ha hecho del vestido camisero la prenda más reconocible de su estilo, especialmente desde que diera a luz al pequeño Archie. Sin embargo, es otro el look que Meghan Markle repite una y otra vez desde antes de casarse con el príncipe Harry. De hecho, es la combinación con la que asistió por primera vez junto a él a un acto público, los Juegos Invictus de Toronto, a finales de septiembre de 2017. Poco después, se anunció el compromiso de la pareja, que se daba el 'sí, quiero' el 19 de mayo de 2018. Pero aunque su vida haya dado un giro de 180º en estos dos años, la Duquesa mantiene el que realmente debería llamarse look Meghan: camisa masculina y vaqueros, los dos básicos a los que recurre siempre que transmitir sencillez y cercanía.