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Desde que el pasado 6 de mayo llegara al mundo su primogénito, el pequeño Archie Harrison, Meghan Markle únicamente ha acudido a un acto público puesto que se encuentra de baja de maternidad, descansando y disfrutando de su bebé. La duquesa de Sussex hizo una excepción para asistir al mediático Trooping The Colour, un histórico desfile organizado cada año en honor del cumpleaños de la reina Isabel. Si en aquella cita apostaba por un sencillo y sofisticado estilismo azul noche con el que recuperaba su faceta más royal, hoy ha reaparecido por sorpresa en un evento informal en el que ha mostrado una imagen muy relajada pero igualmente chic y acertada.
© Getty ImagesLa Duquesa ha disfrutado junto a su marido, el príncipe Harry, del partido de béisbol que enfrentaba a los Boston Red Sox contra los New York Yankees en Londres, un evento deportivo organizado en el marco de los Juegos Invictus. Por ese motivo, el duque de Sussex ha lucido el famoso polo negro con el logo de la fundación, una prenda que suele acompañarle en todas las citas relacionadas con eventos solidarios de este tipo. Por su parte, Meghan ha optado por un conjunto negro muy fresquito, perfecto para combatir la ola de calor que sufre estos días Europa.
© Cordon PressLa duquesa de Sussex ha presumido de figura tan solo mes y medio después de dar a luz con un minivestido de cuello a la caja, manga corta, cuerpo entallado y falda evasé. Esta pieza, obra de la diseñadora Stella McCartney -quien firmó su icónico segundo look nupcial- agregaba un cinturón incorporado para potenciar su figura. Para mayor comodidad, se ha calzado unas bailarinas destalonadas de puntera afilada, demostrando que es posible ir elegante sin necesidad de subirse a unos tacones. Estos zapatos son una versión plana de los stilettos preferidos de Aquazzura de Meghan, el modelo Deneuve Pump que posee en varios colores diferentes y que ha convertido indiscutiblemente en una de las señas de identidad de su vestidor.
© Getty ImagesComo joyas, escogió unos pequeños pendientes de turquesas pertenecientes a la casa Jennifer Meyer y un brazalete de oro decorado con tres piedras de WWAKE. En cuanto al look de belleza, ha recuperado sus características ondas deshechas con raya al medio, que tanto le gustan para el día a día. Ha apostado por un maquillaje muy natural, como es habitual en ella, que resaltaba sus ojos mediante un discreto delineado y enmarcaba su mirada al resaltar sus cejas. Ha completado con un labial rosa de acabado jugoso.
