Ayer, los Reyes y sus hijas reaparecían, acompañados por doña Sofía, en Palma de Mallorca con motivo de la celebración de la Misa de Pascua. En la capital insular, doña Letizia sorprendió (y acertó) con un vestido camisero de estampado floral que se convertía en una apuesta perfecta de cara a esta temporada de entretiempo. A pesar de tratarse de un modelo altamente favorecedor, la Reina quiso modificarlo ligeramente para que estuviera totalmente a su gusto, una estrategia a la que ha recurrido en varias ocasiones en los últimos meses y con la que se ha ganado la buena opinión de la prensa internacional. A veces por cuestiones de protocolo, otras por temas meramente estéticos y personales, pero el caso es que la mujer de Felipe VI sabe qué es lo que más le favorece y no duda en reinterpretar diseños para conseguir creaciones exclusivas para ella.