La duquesa de Sussex acudió a los premios Coach Core llevando una silueta peplum poco convencional ya que era una blusa asimétrica que combinó con pantalones acampanados.
Al concierto 100 days to peace, celebrado en el Centre Hall Westminster de Londres acudió con el diseño de Jason Wu que levantó las sospechas por su volumen en la zona central y unos zapatos joya.
Otro de los recursos de la duquesa de Sussex durante su primer trimestre fue el de llevar accesorios en las manos que colocaba delante de su tripa para desviar la atención.
Llevar ropa de invitada en vez de diseños premamá fue una de las normas de estilo que rompió Meghan Markle durante el segundo trimestre de su embarazo.
Fueron varios los guiños a Diana de Gales, aunque uno de los más emotivos fue el que hizo a mediados de enero con un vestido de lentejuelas y brazalete del tocador de la madre del príncipe Harry.
Otro de los cambios que mostró Meghan de manera más evidente durante su segundo trimestre fue la sustitución de los recogidos con mechones sueltos por peinados con un acabado muy pulido que dejaba todas sus facciones a la vista.
Antes de necesitar diseños de gala adaptados a su silueta, Meghan Markle lució modelos sueltos, como por ejemplo el de terciopelo de Givenchy que dejaba que se moviera con comodidad.
La Duquesa escogió para el Día de la Mujer un diseño bicolor estampado, en su intervención en el evento organizado por la Reina, cuando los prints no suelen aparecer mucho en su armario.
A su llegada a Marruecos Meghan Markle sorprendió al escoger un diseño de Valentino, una firma poco habitual en su vestidor, del intenso tono rojo que popularizó el diseñador italiano y que no utiliza a menudo la Duquesa.