Meghan Markle ha rendido homenaje a la estética del país anfitrión y ha apostado por un diseño tipo caftán de Dior en tono champán con mangas murciélago y drapeados en el escote.
Como complementos, ha sumado sus pendientes en forma de copo de nieve de Birks y un conjunto de stilettos y bolso de mano a tono con el vestido pero en acabado metalizado.
A pesar de que son looks muy diferentes, el estilismo de Meghan recuerda inevitablemente al que lució la reina Letizia hace 10 días a su paso por Rabat, ya que ambos cuentan con una estética al más puro estilo de Las mil y una noches.