En la entrega de los Endeavour Fund Awards de 2018, Meghan Markle se decantó por una prenda inspirada en el armario masculino, pero que ya es un básico del vestidor femenino: un esmoquin. En color negro, era una creación de la firma Alexander McQueen que estaba compuesto por un blazer entallado y pantalones pesqueros que dejaban al descubierto sus tobillos y permitían apreciar mejor sus salones a juego con altísimo tacón. En contraste, llevaba una una blusa sin mangas y con lazada al cuello, del mismo sello británico; y pendientes de oro y anillo de oro y diamantes, de Birks.