En junio de 2009, la reina Máxima de Holanda, por entonces princesa, inauguraba la Bienal de Moda de Arnhem con una llamativa chaqueta con la bandera de los Países Bajos. Era un diseño confeccionado a partir de un saco de correos, una apuesta arriesgada de la que todo el mundo quizo saber el diseñador. Jan Taminiau, que hasta entonces solo era conocido dentro del reducido circuito de la moda, comenzó a sonar fuera de las fronteras de Holanda.