Si hay algo que define el estilo de Meghan Markle son su gusto por la joyería discreta. Prefiere los diseños de pequeño tamaño que se integran en el look sin un ostentoso protagonismo. Sobre todo, pendientes de botón, finas pulseras o anillos minimalistas. Eso sí, nunca se desprende de una pieza muy especial, su sortija de compromiso. Diseñado por Harry de Inglaterra a partir de diamantes de la colección de su madre, se mostraba en oro amarillo con gemas seleccionadas personalmente por el príncipe. El gran diamante central es de Botswana y se acompaña de otros dos de menor tamaño, que pertenecieron a Diana de Gales. Sin embargo, esta creación (en la imagen, podemos ver la pieza original) se ha modificado, como desveló durante el Trooping the Colour de 2019. Y junto a él, se presentaba un nuevo anillo que simbolizada el amor eterno por su marido. En esta galería, analizamos estas novedades, así como las significativas elecciones que inauguraron su joyero como duquesa de Sussex, es decir, tras su boda. Un conjunto de piezas que, en solo dos mesos, alcanzó un valor total de 40.800 euros.