Para acudir al concierto benéfico contra el sida Red Robbin, Máxima de Holanda recuperó un mono rojo de Valentino, que ya había lucido en 2015. La pieza destacaba por su asimetría dejando un brazo al aire, alargarse hasta los pies con un pantalón palazzo, y completarse con una parte de tela que funcionaba como pañuelo al cuello.