El diseño original, tal y como se presentó en pasarela hace siete años, abusaba mucho más de las transparencias, dejando intuir las piernas y parte del abdomen. Además, se añadían detalles de predrería en color turquesa, recargando aún más un vestido perfecto para este evento monegasco, donde el exceso es una máxima. Sin embargo, y al igual que en la propuesta inicial de Lagerfeld, la princesa Carolina lo combina con unos grandes pendientes que corroboran el 'más es más' de su estilismo.
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