El Grand Palais se ha vuelto a transformar bajo las directrices de Karl Lagerfeld. Esta vez, el director creativo de Chanel ha presentado su colección primavera-verano 2018 bajo un espectacular escenario que recreaba las Gargantas del Verdón, un idílico paraje de la provenza francesa. Cascadas, plantas, un estanque y una pasarela de madera sobre la que desfilaron modelos enfundadas en tweed y plástico. Kaia Gerber ha debutado a lo grande en París y fue la encargada de abrir el desfile ante la atenta mirada de su madre, Cindy Crawford; sin duda, uno de los momentos más esperados de la semana.
Aunque numerosos rostros conocidos ocuparon las primeras filas del front row hubo notables ausencias y no fueron otras que dos de sus musas: Cara Delevigne y Kirsten Stewart.
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